La Bolsa de Hong Kong recupera la calma, pero no devuelve la confianza a los inversores

Los mercados financieros vivieron ayer una jornada de tregua, no exenta de inquietud tras el jueves negro en la Bolsa de Hong Kong. Todo queda pendiente para el lunes a a espera de los acontecimientos en el sureste asiático y el alcance de las tormentas monerías en la región. El cierre con ganancias, del 6,89%, del índice Hang Seng de Hong Kong inundó de ánimo los mercados occidentales. Sin embargo, los inversores dieron giro a los indicadores cuando Wall Street expresó su desconfianza y empezó a cotizar a la baja una hora después de su apertura.

Ayer hubo suspiros de alivio en Hong Kong. Aunque la bolsa empezó la sesión con una caída de 238 puntos, se recuperó muy rápidamente. Al término de la sesión matinal, el índice Hang Seng registraba una ganancia del 4,5% y al cierre definitivo de la jornada ganaba 718 puntos, un 6,89%, y quedaba en 11.144,34 puntos. La tenacidad mostrada por las autoridades ante el envite de los especuladores justifica la recuperación tras el jueves negro.El jefe del Gobierno de la Región Administrativa Especial de Hong Kong reiteró nada más iniciarse la sesión que defenderían la paridad del dólar local, establecida hace 14 años. Sus declaraciones fueron avaladas por el Banco Central de China, que, por boca de su gobernador, anunció que apoyará el dólar de Hong Kong con sus reservas si lo juzga necesario o si el gobierno de la isla así lo solicita. Las autoridades mostraron su fortaleza relajando la presión sobre los bancos, pese a que los tipos de interés aún permanecían en niveles anormalmente elevados para el territorio.

De inmediato, una atmósfera de alivio se apoderó de la Bolsa de Tokio. El índice Nikkei terminó con una ganancia de 212,19 puntos, un 1,24%, para situarse al cierre en 17.363,74 puntos. Contribuyó a la tranquilidad el ministro de Finanzas japonés, Hiroshi Mitsuzuka, asegurando que los indicadores de su economía son "saludables". Levantó el ánimo, pero no alejó los nubarrones.

En plena tormenta, la Bolsa de Singapur, que el jueves había cedido sólo un 1,94%, cayó ayer un 4,7%; Kuala Lumpur perdió un 3,4% y Yakarta caía un 2,2%. Las principales monedas asiáticas permanecieron bajo presión, en especial el won surcoreano, el ringgit malaisio, y sobre todo, el peso filipino y el baht tailandés. Prueba de la inestabilidad es el llamamiento del Ministerio de Finanzas de Filipinas a la creación de un fondo regional que ayude a estabilizar las economías de la zona, con el apoyo de Estados Unidos y el FMI.

Los mercados de valores europeos se concedieron una pequeña tregua tras conocer la recuperación de Hong Kong, pero hay desconfianza y la mayoría de los inversores han estado aprovechando ese tiempo para depurar sus posiciones. La liquidez gana terreno y el nivel del negocio comienza a bajar, lo que es un síntoma inequívoco de desconfianza.

La Bolsa de Madrid, que ganaba 6,45 puntos a mediodía, terminó perdiendo 3,74, el 0,64%, tras comprobar que también los inversores estadounidenses tienen serias dudas sobre la capacidad del mercado para hacer frente a esta situación. Wall Street abrió con una subida de 91 puntos y cayó 120 en dos horas, una bajada en la que influyeron las pérdidas de Boeing del tercer trimestre. Al cierre, perdió 132,36 puntos (1,7%).

Todas las bolsas europeas tuvieron un comportamiento parecido, con avances relativamente importantes por la mañana y retiradas apresuradas por la tarde tras la caída de Nueva York. Londres pasó de subir un 2,23% a bajar el 0,43%, París ganaba el 1,53% y terminó cediendo un 0,27%, mientras que Francfort consiguió cerrar con un avance del 0,13%, tras ganar hasta un 2,26%.

El dólar también fue perdiendo fuerza y al cierre de la sesión se cotizaba a 149,54 pesetas, frente a las 150,57 que costaba a las 14.00 hóras. El marco pasó en ese tiempo de 1,7861 a 1,7729, coincidiendo con el máximo recorte de Wall Street. La confirmación de que la crisis no ha terminado llegó de la bolsa mexicana que en las dos primeras horas de operaciones registraba una pérdida del 0,87%, tras caer un 4,54% el jueves.