Los socialdemócratas, claros favoritos en las legislativas argentinas
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Habiéndose advertido en el obispado de Rafaela la inconveniencia de votar por Satanás, concluyó ayer la campaña argentina previa a la renovación parcial de la Cámara de Diputados, este domingo, con una oposición socialdemócrata en alza, aunque vinculada con El Maligno, el ateísmo, la homosexualidad, el aborto y el divorcio, según el clero de la ciudad norteña, y los candidatos oficialistas pugnando por conservar feudos tradicionalmente peronistas.
Las encuestas reconocen la fuerza de la coalición contra el Ejecutivo conservador, pero difieren sobre el resultado final. Gallup anticipa que la alianza entre la Unión Cívica Radical (UCR) y el FREPASO (Frente País Solidario) obtendrá el 48% de los votos, incluyendo el 10% de la UCR y el FREPASO donde concurren por separado. El 38% suma el Partido Justicialista (PJ), peronista.El presidente, Carlos Menem, insistió, por otra parte, en que no competirá por un tercer mandato en 1999, pero sí en el 2003. "A lo sumo, el domingo podemos perder cinco o seis diputados", admitió.
La campaña llegó a su fin con otro encontronazo entre Gobierno y periodistas, y el avance de que el fiscal federal Miguel Ángel Osorio abrirá un proceso penal por privación ilegal de libertad, un delito permanente, contra cinco generales y dos almirantes de la dictadura. Y sin haber escarmentado en cabeza ajena, el ministro de Economía, Roque Fernández, fue amonestado por haber acusado a la prensa de orquestar un "golpe mediático" contra la Administración mediante el señalamiento de sus fracasos y la ocultación de los éxitos, fórmula que habría conducido a la tendencia a la baja del oficialismo.
El alboroto fue mayúsculo. Llevado de las orejas por Menem, quien también se disculpó recientemente por sus desafortunadas alusiones a la ley del Palo contra los medios críticos, el ministro pidió públicamente perdón. "Ha cometido un error, que me molestó, pero no es como para reemplazarlo", declaró el presidente.
La Comisión de Desaparecidos Españoles remitió una carta a cada candidato instándole a un pronunciamiento sobre el procedimiento abierto por el juez Baltasar Garzón contra los militares implicados en esas desapariciones, ocurridas durante la dictadura.
