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La policía danesa recurre la puesta en libertad del "ángel de la muerte"

La decisión del juez John Mosegaard de poner en libertad al ángel de la muerte, como se conoce a la mujer acusada de haber causado la muerte de al menos 22 ancianos en una residencia geriátrica de Copenhague, ha causado gran sorpresa. En primer lugar, entre los investigadores policiales que siguen creyendo en la culpabilidad de la mujer y continúan trabajando sobre esa hipótesis, y también entre una comnocionada opinión pública. 'El comisario Ove Dahl, de la sección homicidios de la policía de Copenhague, anunció que la decisión judicial será recurrida.La libertad de la mujer fue decidida tras nueve horas de interrogatorio, porque en opinión del juez no existen pruebas suficientemente sólidas como para mantenerla detenida, pero la investigación continúa.

La policía basó sus investigaciones en el estudio de la historia clínica de los pacientes, en la opinión del médico de la sanidad pública y en las estadísticas que muestran un fuerte aumento de los casos de muerte en la residencia durante el periodo en el que trabajó la mujer, así como una disminución durante los meses en que estuvo con permiso por maternidad. Pero los investigadores carecen de testigos directos, ya sean personal de la empresa o parientes de las víctimas.

Las primeras sospechas estuvieron relacionadas con falta de dinero de los pacientes, ya que es frecuente que empleados de estas residencias tengan acceso a las tarjetas de crédito de aquéllos, sobre todo si no tienen familiares que puedan ocuparse del pago de alguna de sus cuentas. Fue en el transcurso de esa investigación cuando llegaron a oídos de la policía rumores sobre el elevado número de muertes. La investigación abrió, entonces, una segunda vía. Entre tanto, la presunta asesina reconoció haber sustraído una suma de dinero, muy inferior a la denunciada de 14 millones de pesetas, y ello determinó que la dirección de la residencia la despidiera.

Cuando la policía se presentó en !u domicilio, la presunta asesina creyó que se trataba del asunto del dinero. Cuando en el tribunal le explicaron los verdaderos motivos, se quedó petrificada y sólo acertó a decir: "Soy inocente".

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