Ciments Français vende a Lafarge el 39,1% de Cementos Molins sin comunicar la operación al socio español

La multinacional cementera Lafarge, la primera compañía del mundo en materiales de construcción, anunció ayer la compra a Ciments Français del 39,1% de Cementos Molins por un importe que ronda los 20.000 millones de pesetas.Después de muchos años persiguiendo la mayoría de Cementos Molins, SA -controlada por el grupo familiar que encabeza el industrial Casimiro Molins, ex presidente del Banco Atlántico- la compañía Ciments Français ha decidido vender su participación a otra multinacional, en este caso el grupo Lafarge. Es el último episodio de la imparable penetración de las grandes multinacionales del cemento, que entre 1989 y 1992 se hicieron con el control del mercado español y que ahora siguen reorganizando el sector desde sus cuarteles generales.

Ciments Franççis -controlada por el grupo Italcementi- no ha comunicado la operación a su socios españoles en Molins, que son mayoritarios y seguirán siéndolo "ya que esta compra no tendrá incidencia en la composición del núcleo patrimonial y, en todo caso, beneficiará a medio plazo los intereses de los accionistas que se mantienen en el grupo familiar", afirmó ayer el presidente de la cementera, Casimiro Molins.

Lafarge, que realiza la operación a través de su filial española Asland, SA, presentará una oferta pública de adquisición por el 50% de Cementos Molins. De este modo, además de adquirir el 39,1% a Ciments Français, espera captar a otros pequeños accionistas y así incrementar su participación hasta el 42% aproximadamente.

El consejero delegado de Asland, Miguel del Campo, explicó ayer que la operación es "un primer paso" y que considera especialmente relevante la presencia de Molins en América Latina. La empresa española tiene actualmente participaciones importantes en las cementeras Unimo Internacional, de Argentina, y Compañía Uruguaya de Cementos, así como el 33% de la mexicana Cementos Portland Moctezuma. Lafarge, por su parte, es líder del sector en Venezuela y tiene también intereses en Honduras, Brasil y el Caribe.