Aznar: "Sólo les ha faltado acusarnos de la muerte de Manolete o de la derrota de la lnvencible"

El presidente del Gobierno, José María Aznar, se presentó ayer en Vigo como adalid de la honradez y la moderación frente a los "insultos" y "barbaridades" que, según él, ha tenido que soportar el Partido Popular durante la campaña electoral gallega. "Nos podían haber acusado también de la muerte de Manolete o de la derrota de la Armada Invencible" ironizó Aznar ante 7.000 entusiastas seguidores que abarrotaron el pabellón polideportivo de As Travesas, en el mitin que cerró la campaña de los populares gallegos. Poco antes, en Pontevedra, el presidente de la Xunta y candidato del PP a la reelección, Manuel Fraga, se comprometió "por la salud y por la vida" a continuar su tarea durante cuatro años más.

No era casual la elección de Vigo como lugar de cierre de la campaña del PP gallego. En esta ciudad, la más populosa de Galicia, el partido de Fraga se ha encontrado con una situación adversa debido a la contestada gestión de su alcalde, Manuel Pérez, y a un sentimiento de agravio entre parte de los ciudadanos, que reclaman más inversiones de la Xunta y del Gobierno.El auditorio, sin embargo, se entregó con fervor a Aznar, quien repitió la conocida retahíla de datos económicos que conforman el balance de sus 17 meses de Gobierno y presentó al PP como víctima de unos adversarios sólo empeñados en "buscar la confrontación". La campana de los opositores a Fraga ha sido, según el presidente del Gobierno, un "alarde de rencor y sectarismo". "Os han dicho de todo", dijo Aznar dirigiéndose al público, "dictadores, golpistas o narcotraficantes. No sé por qué no se les ha ocurrido culparos de la muerte de Manolete o la derrota de la Armada Invencible".

Si la coalición de izquierdas y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) "no han dicho más que barbaridades" es porque, a juicio de Aznar, "no tienen ni ideas, ni proyecto, ni discurso". Frente a Fraga, por tanto, "no hay alternativa", sólo se presenta "una ensalada", dijo Aznar, repitiendo la ocurrencia que más se ha escuchado durante las últimas dos semanas en boca de los dirigentes populares. Eso sí, el presidente del Gobierno trató de hacer su aportación personal y pretendidamente humorística a la metáfora gastronómica: "A mí sólo me gustan otra clase de ensaladas, si es posible con lechuga y tomate".

Frente a este cúmulo de ataques, el PP gallego, insistió Aznar, ha dado un ejemplo de "cómo aguantar", de "moderación, razón, gestión honrada y eficaz". Ésos son también los. objetivos del PP nacionaI que, según su líder, ha logrado que los españoles ya no se enfrenten cada mañana a la amenaza de un escándalo de corrupción. "Ahora ya nadie ve cómo se llevan los fondos reservados ni se hacen cosas raras", se jactó Aznar.

Pero no se detienen ahí los éxitos del PP descritos por Aznar en su discurso. Hace 17 meses, explicó, España no cumplía ninguno de los requisitos exigidos por el Tratado de Maastricht y en el momento actual "los cumple todos". El presidente fue más lejos al afirmar que, en tan corto periodo de tiempo, su Gobierno "ha puesto a España en el pelotón de cabeza de Europa". Un ejemplo: en este periodo, agregó, se van a crear 500.000 puestos de trabajo, el 40% de todos los nuevos empleos que se generarán en el conjunto de Europa:

Aznar repartió elogios, a cuál más sonoro, a la figura de Fraga, a quien denominó su "maestro". Al fundador del PP, dijo, le espera un lugar en la historia de España "por su contribución a la estabilidad, la democracia y el futuro" del país.

Manifestación en contra

Antes de recibir el respaldo de Aznar, Fraga había pronunciado otro mitin en Pontevedra, donde tuvo que hacer frente a las iras de unos 500 personas que le increparon con insistencia a la entrada y salida del cine donde se celebró el acto. En el lugar confluyeron tres grupos de manifestantes: vecinos de pueblos limítrofes afectados por la construcción de un embaIse y una empacadora. de basuras, así como miembros del comité de empresa del Hospital Provincial. Los concentrados no lograron rebasar en ningún momento el cordón policial, que tuvo que ayudar a Fraga a introducirse en su coche para evitar que los manifestantes se abalanzaran sobre él.

En Pontevedra, Fraga proclamó su solemne compromiso "por la vida y la salud" de continuar gobernando Galicia durante los próximos cuatro años. Fraga está seguro de que el próximo domingo el PP "ganará por goleada". A pesar de ello, en los últimos días se ha dedicado a insistir a sus militantes que contribuyan a trasladar a las urnas el mayor número de votos posibles.

Si el pasado jueves en Ourense Fraga llegó a pedir que hasta "los enfermos" sean llevados a los colegios electorales, anoche en Vigo justificó que la Xunta haya pagado el viaje a 150 emigrantes gallegos en América, que han llegado estos días a Santiago con la papeleta en el bolsillo lista para votar. "Vienen con el voto que han escogido ellos", dijo Fraga.