Anguita culpa a los caciques de la situación gallega y critica tanto "victimismo"
Los señoritos andaluces, ya no van a caballo, ni los caciques gallegos llevan hoy leontina de oro cruzándoles la barriga. Pero siguen mandando, comprando voluntades y concediendo prebendas. Los caciques gallegos, dijo ayer Julio Anguita, coordinador general de IU, son los culpables de la situación actual de Galicia. "Ya está bien de victimismo", dijo; "no es Madrid el culpable".Anguita apuntó que son los caciques los únicos culpables. Los caciques que no han querido invertir en Galicia y "han buscado el beneficio en otros lados". El dirigente de IU diferenció entre la burguesía vasca o la catalana y la gallega. El capital vasco y el catalán han invertido en su tierra. "El capital gallego", denunció, "marchó fuera".
La campaña, para Anguita, sigue siendo la excusa para hablar de sus asuntos: de Maastricht, de empleo -anunció que su grupo presentará una interpelación al Gobierno sobre la jornada laboral de 35 horas-, del capital, de las banderas y de la ética. Todo ello es política. Y todo lo sazona con ejemplos populares. Los cristobitas, por ejemplo. Los cristobitas son los guiñoles en Andalucía. Y Anguita cuenta en sus mítines que los cristobitas aparecen en el teatrillo y los niños -"el pueblo", aclara- grita: "¡Dale! ¡Dale!". Y otro muñeco le pega y le pega.
Pero el que sostiene al golpeado y al de la cachiporra es siempre el mismo. "Tiene que haber alguien que pegue una patada al tenderete y descubra que los hilos los maneja el mismo: la banca, el poder, el capital".
¿Es necesario decir, acaso, quién es el que pega la patada y descubre el tenderete? Pues... eso.
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