_
_
_
_
Crítica:DANZA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un feliz reencuentro, chicos

Si con alguien son despiadados los trocks, es con ellos mismos. El espectáculo archifamoso que ironiza alrededor de los más sórdidos guiños escénicos del ballet es, en definitiva, un espectáculo serio. Hay humor, pero jamás se toca el ridículo, y si algo de esperpéntico se respira es precisamente lo que de ello a veces tiene lamentablemente el propio ballet. El ballet clásico y su mitomanía. permiten este juego entre amable y amargo, que, como toda alta comedia, establece unas distantes reglas para el buen sonreír. Aquí se baila, a veces mal, a veces mejor, dejándose la piel y las uñas en giros y equilibrios a toda costa, que le son ajenos por naturaleza. a los intérpretes. Y es que el fin último de este espectáculo tiene bastante más miga de la que parece, y de hecho cuestiona desde la pervivencia de un repertorio hasta su mantenimiento por las estrellas de ayer y de hoy.El programa está lleno de referencias, al pasado no tan reciente del ballet, por ejemplo a la compañía del coronel de Basil y hasta a la más tardía del marqués de Cuevas, ya que ambas, en sus momentos, usufructuaron el nombre de Montecarlo como una especie de sede imaginaria de la que provenían sus agrupaciones, lo que la mayoría de las veces se atenía poco a la realidad.

Les Ballets Trockadero de Montecarlo

Madrid, hasta el 19 de octubre. Madrid, teatro Albéniz.

El programa se abrió con el segundo acto de El lago de los cisnes, que es quizá donde la hilaridad, es más manifiesta y popular; le siguió una agudísima crítica del estilo Balanchine y de toda esa supuesta impersonalidad agresiva del nuevo ballet norteamericano. La muerte del cisne plantea, muy serios problemas formales. que más de una vez hemos visto en auténticas. representaciones de ballet con estrellas en toda regla. Finalmente, en Paquita, otra vez los recreadores del Trockadero arremeten contra la escuela de ballet norteamericano, de la que en el fondo son deudores, pero donde no dejan títere con cabeza.

Precedentes

Poca gente sabe que alguna vez la propia Tamara Tumánova se atrevió a llevar mitones en escenas clásicas (ella era reina y dueña y hacía lo que quería), como muy poca gente recordará que el adagio del segundo acto de El lago de los cisnes era en realidad un paso a tres en el que intervenía el escudero de Sigfrido como muleta recurrente; y así las cosas el espectáculo de los trocks discurre más para el balletómano enterado que para el público medio, aunque consigue por su calidad divertir a todo el mundo. No puede obviarse una cierta crueldad vengativa cuando un travestido imita a Fontint, a sus pobres extensiones y a sus más que ridículos gestos seudomusicales; lo mismo puede decirse de La muerte del cisne, donde unas claras referencias a los eternos saludos de Alicia Alonso no dejan duda alguna de cuáles son las fuentes de inspiración. Quizá el ballet clásico necesita de esta ducha helada que por una parte pone en su sitio tanto guiño equivocado, y por otra refresca desde el pasado lo que pueden ser los verdaderos y trascendentes valores de un arte universal.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_