Prodi asegura a los sindicatos un papel clave tras la crisis

El primer ministro italiano, Romano Prodi, reiteró ayer su satisfacción por el acuerdo firmado el día antes con los neocomunistas que restituye en su puesto al Gobierno del Olivo. "La mayoría recompuesta tiene ahora más coherencia y en ella encuentra el Ejecutivo su legitimación", dijo Prodi en el discurso con el que pidió ayer a las fuerzas políticas representadas en la Cámara de Diputados el voto para retomar su puesto al frente del Gobierno. El primer ministro se preocupó, no obstante, al detallar los puntos sobre los que se basa. el acuerdo con el Partido de Refundación Comunista (PRC), de dejar bien claro que la aplicación y desarrollo de lo acordado depende también de las fuerzas sociales. En el caso concreto del diseño de ley para la reducción del horario laboral de 40 a 35 horas, Prodi. subrayó que los sindicatos tendrán en ella un papel clave, al igual que las demás fuerzas del proceso productivo.De esta forma, el primer ministro pretendía limar cualquier posible aspereza que la firma del pacto con el PRC pueda haber causado entre las fuerzas sindicales. La actitud desafiante del líder de Refundación Comunista, Fausto Bertinotti, que desencadenó la crisis de Gobierno con su negativa a firmar unos Presupuestos que a su juicio maltrata ban a los trabajadores, causó hondo malestar sindical en Italia. Los neocomunistas han pretendido demostrar que son más sindicalistas que los sindicatos, arrebatando protagonismo sobre todo al mayor de ellos, el filocomunista Cgil, liderado por Sergio Cofferati.

Prodi se mantuvo prudente a lo largo de su intervención, en la que alabó a todos, desde la opinión pública -que por primera vez ha intervenido en la resolución de una crisis de Gobierno"- a la oposición. "Ha triunfado el bipolarismo que queda integrado en los hábitos de comportamiento de nuestro país", dijo. La Cámara se reunirá hoy de nuevo para votar la moción de confianza. Esta vez Prodi acude al Parlamento completamente tranquilo. El sí es un hecho de pura aritmética una vez reconstruida la mayoría con los neocomunistas.