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Fidel Castro abre con una guardia de honor la 'Semana Santa' del Ché

"Che Guevara que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino". Podría decirse que un rumorcillo así rebotaba en las paredes de mármol verde,y blanco de la base del monumento a José Martí, en la Plaza de la Revolución, donde a esa hora la bandera cubana ondeaba a- media asta. Eran cerca de las ocho de la mañana. Fuera, miles de cubanos tejían una cola de kilómetro y medio para entrar al mausoleo. Dentro del templo guerrillero, el homenaje oficial había comenzado en la medianoche del viernes, cuando Fidel Castro, delgado y meditabundo, hizo la primera guardia de honor ante el féretro del comandante Ernesto Che Guevara.

El presidente cubano llegó a la Plaza de la Revolución minutos después de clausurar con un segundo discurso el V Congreso del Partido Comunista Cubano (PCC). El primero, de casi siete horas, había sido interpretado por los más suspicaces como una réspuesta "práctica" a los rumores sobre el deterioro de su salud.El discurso del viernes, sin embargo, fue más corto y tuvo otro tono. "Ustedes saben", dijo Castro después de ser reelegido primer secretario del Comité Central del PCC, "cuánto, significa para el partido y la revolución contar con un segundo secretario, con un dirigente, un relevo para todos, y especialmente para mí, como Raúl". "Eso nos da mucha seguridad y mucha tranquilidad a todos, y a mí especialmente".

Al llegar al monumento, juntos y en absoluto silencio, los 24 miembros del nuevo Buró Político hicieron la primera guardia de honor ante los siete cajones que contenían los restos de Ernesto Che Guevara y de otros seis guerrilleros -cuatro cubanos, un boliviano y un peruano, que murieron junto a él en la quebrada boliviana del Yuro.

, Inmediatamente después, los restantes miembros del Comité Central hicieron la misma guardia de honor ante los osarios cubiertos con las banderas de Cuba, Bolivia y Perú, y luego los 1.500 delegados del V Congreso desfilaron con paso firme y afectado por el recinto donde estaban expuestas las urnas mortuorias.

Bendecido con este ritual, el memorial verdiblanco de José Martí en la Plaza de la Revolución abrió sus puertas al público a lasocho de la mañana. A esa hora, ya eran cientos los pioneros y estudiantes movilizados desde sus escuelas que se mezclaban en el rectángulo de la plaza con obreros, militares y gente de a pie formando un gran río humano que era tragado por el edificio en una ordenada columna de a dos.

El escenario era sobrio. En una de las losas de mármol, bajo la consigna "Gloria eterna a los héroes", estaban las fotografías de los 38 guerrilleros latinoamericanos muertos en Bolivia, incluida la del Che, que era del mismo tamaño que las restantes. Cuatro. soldados con uniforme de gala hacían guardia en el lugar, pero no había crespones ni brazaletes negros. "Así está previsto. Para nosotros el Che está vivo, y le rendimos un homenaje luctuoso, pero no hay nada de luto", explicó un funcionário de guayabera gris.

Un estudiante palestino que salió de Hebrón en 1992 después de ser detenido explicaba a todo aquel que quisiese escucharle: 'Tara mí el Che es algo muy especial. Simboliza toda la lucha de los jóvenes y de mi pueblo". Su nombre era Jaled Quazar y había pasado toda la noche en la plaza. -En este ambiente, la procesión en La Habana continuará de ocho de la mañana a 12 de la noche hasta el próximo martes, cuando los restos del Che serán trasladados a la ciudad de Santa Clara. Allí se repetirá la misma liturgia los días 15 y 16, y el día 17, a las nueve en punto de la mañana, la pascua guevarista concluirá con una ceremonia solemne en su memoria. Estos días la bandera ondeará a. media asta y sonarán cantos revolucionarios en todas las emisoras. Luego el Che descansará en paz 30 años después de morir en una recóndita selva de Bolivia.

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