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Bill Gates proyecta poner en órbita 300 satélites de comunicaciones con viejos misiles nucleares rusos

Bill Gates se quedó sorprendido cuando se le preguntó ayer en Moscú si está implicado en un proyecto para colocar 300 satélites de comunicaciones en órbita, lo que permitiría que la red Internet fuera accesible desde cualquier parte del planeta a una velocidad 2.000 veces superior a la actual. Dudó durante unos segundos y, finalmente, reconoció que el plan existe, que está metido de lleno en él y que hay ya conversaciones "al menos con dos grupos rusos".La primera alternativa prevé la utilización de los cohetes nucleares SS-18 que han de desmantelarse en aplicación de los acuerdos de desarme; la segunda pondría en juego a una gigantesca plataforma petrolífera reconvertida en cosmódromo flotante.

El dueño de Microsoft, que ha viajado a Rusia para firmar un acuerdo de informatización del Banco Central, aseguró que el proyecto espacial "se encuentra en un estado inicial" y tiene como objetivo "el lanzamiento de cerca de 300 satélites en baja órbita [el 50% de la actual flota de satélites], lo que proporcionaría una alta velocidad de conexión a Internet en cualquier punto del planeta". En su opinión, eso supondría "un avance espectacular para los habitantes de las zonas rurales".

El plan lo está desarrollando Teledesic, una compañía de la que Gates es accionista, aunque el mayor peso es de la firma aeronáutica Boeing. La utilización de los SS- 18 significaría una inyección de oxígeno vital para la comatosa industria aeroespacial rusa. Fuentes de esta procedencia aseguran que se ha creado un complejo especial para el proyecto, con empresas rusas y ucranias, y que tiene el nombre de Dniéper, por la ciudad ucrania de Dniepropetrovsk donde está la que hasta hace poco era la mayor fábrica de misiles del mundo, hoy asociada al negocio.

15.000 millones

El objetivo es que a los cohetes, que ya tenían tres segmentos, se les agregue un cuarto, llamado "de potencia". Por dos motivos: porque su trayectoria debe ser vertical y no parabólica y porque han de llevar un peso superior al de las antiguas cargas nucleares, ya que los satélites son muy pesados y cada misil puede transportar dos.

Queda por resolver el problema de la excesiva aceleración inicial, que puede dañar los satélites. Los especialistas creen que puede resolverse con dinero. Fuentes de la empresa Labochkin (que fabricó el primer robot que anduvo por la Luna y los satélites militares Cosmos) aseguran que el proyecto está ya desarrollado sobre el papel y en maqueta, pero que hacen falta 15.000 millones de pesetas para terminar las investigaciones.

Aunque el plan de Gates es comenzar a lanzar los satélites a partir del año 2001, la parte rusa pretende adelantar la fecha para evitar que los cohetes queden"fuera del período de garantía". Su deseo es que se lancen lo antes posible 22 cohetes (con 44 satélites). Se utilizarían algunos de los 104 traídos a Rusia desde Kazajastán, pero no los otros 208 que también está previsto que se desmantelen pero que aún forman parte de la defensa estratégica de Rusia.

En cuanto al proyecto Sea Lunch, supone una inversión de 75.000 millones y pasa por la reconversión de una plataforma petrolífera en una base de, lanzamiento de cohetes Zenit capaces de poner en órbita satélites de comunicaciones. En el plan participan la corporación Energia (dueña de la estación espacial Mir), la ucrania Yuzhmash, la noruega Kavaerner y la norteamericana Boeing. La plataforma estará operativa en 1998 y se prevé que lance los cohetes desde aguas cercanas a Hawai, ya que la proximidad al Ecuador ahorra combustible.

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