La policía de Madrid pone fin a la rebelión del ex embajador de Zaire
Kina Kuntala, traje gris azulado y camisa malva, quedó libre ayer, después de pasar más de 24 horas detenido en la comisaría por desobediencia y resistencia a la autoridad. En teoría, esto pone punto final a la rebelión protagonizada por Kuntala, embajador de Zaire (hoy República Democrática del Congo) hasta que fue relevado por el Gobierno de Laurent Kabila. El jueves, la policía entró en la representación y sacó en volandas al ex diplomático, que se negaba a abandonar la legación de la calle del Doctor Arce, en Madrid. Una vez desposeído de inmunidad pedirá probablemente asilo en España, según su abogado, Alejandro Aguiló.
"Kuntala y yo nos hemos enterado de la nueva situación a través de un fax y ahora debemos confirmar si es auténtico y comprobar, quién lo envió", aseguraba Lubaisha Kanga, segundo consejero y número cuatro de la Embajada, a la puerta de la comisaría."Kuntala fue llamado a Kinshasa tras la constitución del nuevo Gobierno. Le dieron la orden de que regresara a Madrid y que esperase la llegada de un nuevo embajador. Mientras tanto, debería entregar la embajada a uno de sus dos consejeros", agrega Kanga, que asegura que él fue el designado. Pero resulta que el otro, Mibanga Ngama Mulume, es a quien corresponde dirigir temporalmente la embajada por ser el número dos, debido a su cargo de encargado de negocios. Ahí empezó la rebelión.
El ex embajador, nombrado en 1991 por el fallecido Mobutu, se encerró el mes pasado en la sede diplomática, acompañado de su familia y de varias personas más de la iglesia kimbanguista que dormían en simples jergones. "No es una secta, sino una iglesia con 10 millones de adeptos en el Congo; es la tercera en importancia después de los cristianos y los protestantes", asegura el líder de los kimbanguistas en España, un doctor en físicas, mientras espera a Kuntala.
"Kuntala no ha cobrado nada en los seis años que lleva en España. Eso le ocurrió en la época de Mobutu y en la actual de Kabila ¿Esto es el cambio que esperábamos en el Congo? ¿De qué van a comer él y sus cinco hijos? No tiene casa y por eso vivía en la embajada", aseguraba un joven que estudia para intérprete. Este, que también aguardaba el desenlace del caso, no oculta su aversión hacia el desaparecido Mobutu, pero tampoco se muestra muy de acuerdo con la marcha del mandato de Kabila: "Estamos hasta los güevos de que el Gobierno no funcione. Como esto no se arregle en un plazo de una semana, vamos a ir a la embajada y la vamos a arrasar", amenaza. ¿Quiénes van a hacerlo? "Los mil congoleños que vivimos en Madrid, Móstoles y Fuenlabrada", responde.
Fuentes diplomáticas españolas califican a Kuntala, de 56 años, enfermo de diabetes, de "embajador problemático". Algunos de los que ayer le esperaban reconocen la vinculación del ex embajador con el régimen de Mobutu, pero tampoco albergan mejor opinión de Mibanga Ngala Mulume. Aseguran que éste fue estrecho colaborador del dictador y, además, le achacan presuntos manejos en la expedición de pasaportes.
El ex embajador quedó libre sobre las cuatro de la tarde y, tras negarse a hacer declaraciones, se alejó con sus leales y su abogado en un humilde utilitario.
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