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Crítica:TEATRO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Bravas mujeres del sur profundo

Magnolias de acero

De Robert Harling, versión de Diana Laffond. Intérpretes: Xana, Cristina Higueras, Mabel Karr, Eva Isanta, Beatriz Carvajal, Charo Soriano. Voz de Andoni Ferreño. Escenografía y vestuario: Josep Massagué. Dirección: Ricard Reguant. Teatro Muñoz Seca.

Esto sucede en un pueblo de Louisiana. Es en el sur: donde crecen las magnolias. El símil de las mujeres del sur, rebelde y señorial, esclavista y algodonero, con las magnolias es bastante frecuente. De acero: estas chicas suaves, dulces y sentimentales son al mismo tiempo duras y se enfrentan con la vida. Para contarlas hacía falta un escritor especializado; como las chicas del sur español necesitaron a los Quintero en su momento.

Robert Harling, guionista y autor de obras sobre mujeres -El club de las primeras esposas- toma a estas seis como ejemplo. ¿Dónde mejor que en una peluquería? Es la peluquería: donde van la dama más excéntrica, la más rica, la más popular; donde va la niña más guapa y también la más valiente. Tomemos a ésta, en tomo a la cual se cierne la tragedia: es diabética, los médicos le explican que la maternidad la puede matar; el hombre con quien se va a casar lo acepta y propone la adopción. Pero esta pequeña magnolia del sur no va a ceder: el papel de la mujer es tener hijos, y ella los tendrá de su propio vientre. Aunque se muera. Y se muere. Se sabe desde el primer momento: se acentúa en el último mutis de la muchacha -Eva Isanta-, con toda clase de despedidas y muecas y atención. El director, Reguant, colabora mucho con el autor en la creación del clima, y del clímax. Podemos empezar con la primera lágrima: todo va a seguir ese camino. Está su madre, otra sufrida -Beatriz Carvajal, el mejor tono de teatro de la noche-. Y la ayudante de la peluquera -Xana-, que pasa de la confusión sexual y la pobreza al integrismo religioso, muy propio de la región. Toda la comedia es un poco integrista. Edificante. Edifica bastante la peluquera -excelente y bella Cristina Higueras- que da sus consejos, cuenta los chismes, une a todas. Eso sí, las seis mujeres forman un todo, un enfrentamiento con la vida. sur

Bueno, aquí se puede dejar esta información. Ya se sabe bastante. Ya se puede ir a sonreír un poco, a llorar algo. Un autor para señoras, como se sabe -y ¿quién no lo es, hoy, cuando son las buenas damas de la burguesía las que acuden al comercio teatral?-, que tiene para ellas la sonrisa y el llanto.

Más entusiasmo especial porque el teatro Muñoz Seca "se volvía a reinaugurar" como dijo el actor Andoni Ferreño -que hace La heredera, también para buenas señoras- en un alarde de redundancia y cacofonia, en unas palabras en las que felicitaba al incansable empresario Enrique Cornejo por esta restauración de un local que comenzó en manos de la Chelito y llegó hasta las dilapidadoras de Alonso Millán. Se recupera el local, está bonito y limpio, las filas de butacas son más cómodas. Cornejo habló también, y también recibió la gratitud del mundo del teatro.

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