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Regreso a la interinidad

El presidente de la República italiana, Oscar Luigi Scalfaro, iniciará probablemente hoy la ronda de consultas con los líderes de todas las fuerzas poilíticas representadas en el Parlamento antes de tomar una decisión sobre la salida a la crisis. De momento, el Gobierno dimisionario seguirá funcionando en situación interina en tanto se forma uno nuevo. Nada nuevo para Scalfaro, que siguió los mismos pasos en 1994, cuando cayó el Gobierno dirigido por Silvio Berlusconi.Entonces, en 1994, fue la pérdida del apoyo de la Liga Norte, dirigida por el impredecible Umberto Bossi, la causa de la crisis. Ahora, es la retirada del apoyo del, Partido de Refundación Comunista, que tantos quebraderos de cabeza le ha dado al Ejecutivo en este año y medio de Gobierno, lo que precipita al país en una nueva crisis.Convivencia difícil

La convivencia con la formación que lidera Fausto Bertinotti no ha sido sencilla ni cómoda para los grupos que integran el Olivo. La solución no parecía encontrarse ni dentro, ni fuera del Ejecutivo. Refundación Comunista ha resistido las últimas e insistentes presiones del Gobierno del Olivo para que se integrara en el equipo dirigido por Romano Prodi.

Ayer, el portavoz del grupo parlamentario del PRC en la Cámara de Diputados, Oliviero Diliberto, explicó displicentemente el porqué de esta resistencia. "No queremos ser ministros,,ni subsecretarios", dijo Diliberto, especialmente de un Gobierno que, según insinuó con escalofriante crudeza, se preocupa demasiado de la patronal y de los bancos europeos. "Cuando se aprobó la ,ley de presupuestos de 1997, pese a la profundidad de los recortes, la Cofindustria [la patronal] amenazó a este Gobierno. Este año sólo aplaude". La patronal italiana ha reaccionado con relativa calma al estallido de la crisis. "Es mejor esta ruptura que ceder a los presiones de los comunistas", declaró ayer un portavoz. El ministro de Exteriores, Lamberto Dini, consideró el lado positivo de este nuevo descalabro diciendo que, al menos, podrá haber "un Gobierno sin comunistas".

El vicepresidente del Gobierno, Walter Veltroni, fue también duro con Refundación Comunista: "Hemos trabajado durante dieciséis meses para salvar al país y el esfuerzo se ha visto interrumpido debido a la irresponsabilidad de un partido".

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