Chirac y Prodi impulsan la vuelta de los embajadores a Irán

El presidente de Francia, Jacques Chirac, y el primer ministro italiano, Romano Prodi, decidieron ayer durante su encuentro en Chambéry (Saboya) promover el regreso condicionado de los embajadores europeos a Irán. Ambos mandatarios acordaron analizar "el conjunto de las condiciones necesarias para que los embajadores de la Unión Europea puedan incorporarse en el menor plazo posible" a sus respectivas embajadas en Irán.Así lo admitió el presidente francés en la conferencia de prensa que cerró ayer tarde la cumbre franco italiana. Jacques Chirac dio por sentado que la actitud actual del Gobierno iraní posibilita el regreso de los embajadores europeos, aunque no adelantó cuáles pueden ser las condiciones y garantías previas que requieren tal paso.

El presidente francés dijo que la decisión estaría condicionada al hallazgo de una solución para las demandas iraníes. El Gobierno de Teherán quiere que el embajador de Alemania sea el último de los enviados de la Unión Europea en regresar a Irán.

Los dos líderes también hicieron mención del problema del terrorismo en su comparecencia ante los periodistas. Tanto Chirac como Prodi dijeron que seguían comprometidos en la lucha contra el terrorismo y que querían que continuara el "diálogo crítico" de la Unión Europea con Teherán con tal de seguir tratando esta cuestión.

Días atrás, a propósito del conflicto abierto con los estadounidenses por el contrato con Irán de la petrolera francesa TOTAL, el primer ministro francés, Lionel Jospin, aludió también al cambio político registrado supuestamente en ese país del Golfo Pérsico tras la elección del nuevo Gobierno.

Además de descalificar el intento norteamericano de que sus leyes y normativas de embargo sean aplicadas por la totalidad de los países, el Gobierno francés minimiza la efectividad de las medidas de embargo a Irán puestas en práctica por la Administración estadounidense de Bill Clinton.

Así las cosas, y visto el complicado juego que mezcla interesadamente razones económicas y políticas, juego en el que no siempre se es muy escrupuloso en el respeto de los embargos propios, París, con el apoyo de sus socios de la Unión Europea ha respaldado el contrato de la petrolera que, aparentemente, vulnera las leyes de embargo norteamericano. La actitud francesa ha sido saludada por los medios de comunicación iraníes que han visto ahí un desafío en toda regla a la "autoridad" americana.