El discurso del notario
El presidente regional puso ayer a prueba la paciencia de la Cámara con uno de los discursos más largos pronunciados en un Debate sobre el Estado de la Región. Los dos últimos de Joaquín Leguina duraron 66 y 74 minutos. El año pasado, Ruiz-Gallardón habló durante hora y tres cuartos. Ayer, dos horas y cinco minutos. Manejó un texto plano, con cifras pronunciadas en torrente y sin una concesión a la galería. No hubo adornos literarios (apenas tres citas al final, dos del Quijote y otra de Azaña) y fue cicatero con los gestos. En la tribuna de invitados, poca concurrencia. El presidente de la Federación de Vecinos, unos cargos regionales, las cuatro mujeres del presidente (su esposa, su secretaria, su asesora y su jefa de gabinete) y el alcalde, que llegó tarde y sólo pudo paladear 40 minutos de una oratoria propia de un notario.
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