Los 35 cursos sobre aceite y periodismo se valoraron y aprobaron en dos minutos, según IU

Los 35 cursos sobre aceite y periodismo que fueron subvencionados con 163 millones de pesetas por la Comunidad de Madrid siguen deparando sorpresas. Izquierda Unida denunció ayer que la comisión técnica de evaluación empleó sólo dos minutos en valorar y aprobar la subvención multimillonaria a la hasta entonces desconocida asociación Pro Cultura del Olivo Mediterráneo. Por eso, según la coalición, se les pasó que el respaldo universitario que presentaba dicha asociación era falso y que los gastos por material para impartir los cursos estaban sin justificar.

El pago de los 163 millones está paralizado por orden judicial e irregularidades en las facturas. La presidenta de la asociación Pro Cultura del Olivo Mediterráneo, la profesora de periodismo Petra María Secanella, está expedientada por la Universidad Complutense, que investiga si la docente usó fraudulentamente los símbolos universitarios para conseguir la subvención. Veinte periodistas que impartieron los cursos hacen responsable a la Comunidad del impago de su trabajo y han presentado una reclamación patrimonial contra la Administración autónoma.Con estos antecedentes, el consejero de Economía solicitó hace dos días su comparecencia a petición propia en la Asamblea para explicar lo ocurrido De paso, ha enviado algunos documentos. del expediente de la controvertida subvención.

Izquierda Unida, que había denunciado la semana pasada que la ayuda multimillonaria sólo se explicaba por la amistad que unía al director general de Empleo que aprobó la subvención, Rafael Mateos, y la presidenta de la asociación subvencionada, Petra María Secanella, ya ha sacado las primeras conclusiones tras leer los escritos.

Juan Antonio Candil, portavoz de IU, aportó ayer a este periódico el acta de la comisión de evaluación que se reunió el 20 de marzo de 1996 para valorar 103 expedientes, correspondientes a otras tantas solicitudes de instituciones públicas, empresas privadas y asociaciones particulares y decidir si se les daba o no la subvención.

La comisión, encabezada por el director de empleo, Rafael Mateos, tramitó con rapidez estos expedientes. Según el acta, en tres horas se habían resuelto todas las solicitudes.

Cientos de páginas

"Eso significa que emplearon menos de dos minutos, por cada expediente. En esos dos minutos, Mateos y cuatro técnicos dieron 163 millones para 35 cursos, cursos que imagino que se explicaban en una memoria de cientos de páginas", señala Candil.

Tras este cálculo, el portavoz de la coalición extrae una conclusión: "Tal celeridad explica que nadie reparara en que la solicitud de la asociación del olivo, que presuntamente venía avalada por la Universidad Complutense, no tenía tal aval. Y también explica por qué nadie se dio cuenta de que todos los cursos de periodismo, pese a su variedad, tuvieran el mismo presupuesto en material, aunque todo el mundo sabe que no cuesta lo mismo alquilar una cámara de televisión, que un estudio de radio o un ordenador para confeccionar un periódico", denuncia Candil. Y concluye: "¿Estaban dados los cursos de antemano? Yo creo que sí".