Cuatro asesinatos en lo que va de año
El comando Vizcaya de ETA, dos de cuyos presuntos integrantes murieron esta noche en Bilbao en un tiroteo con la Guardia Civil, se había convertido en el más sanguinario de la banda terrorista en lo que va de año, con cuatro asesinatos a sus espaldas, de los once cometidos por ETA en 1997.El 17 de febrero, el policía nacional Modesto Rico Pasarín murió en Bilbao al explotar una bomba-lapa colocada en su coche, que se activó cuando el agente salía del garaje de su casa.
El 24 de abril, el comando volvió a actuar asesinando por disparos en Bilbao al policía nacional Luis Andrés Sampeiro. Tras la acción, fue detenido como participante en el atentado Oscar Barreras Díaz, así como su novia, Naria Zurriaraín Mendigure, luego puesta en libertad. Además, fue identificado como miembro del comando Salvador Gaztelumendi Gil.
ETA volvió a matar diez días después, el 3 de mayo, en la localidad vizcaína de Ziérbana, donde mataron por disparos al guardia civil José Manuel García Fernández, mientras se encontraba en la barra de un bar en compañía de su esposa. La Guardia Civil identificó más tarde a Jesús María Martín Hernando como posible autor de la acción.
El 10 de junio, ETA hirió de gravedad de un disparo en la cabeza al militante socialista Javier Pérez Aja, en Bilbao. Posteriormente, la banda terrorista dijo que se trató de un "error". Pérez Aja salvó la vida.El comando Vizcaya seguía plenamente operativo después del verano, ya que el pasado día 6 de este mes volvió a actuar en Basauri (Vizcaya) matando al policía nacional Daniel Villar Enciso, a quien le explotó una bomba colocada debajo de su asiento en su coche. Fue el primer atentado mortal de ETA después del secuestro y asesinato del concejal de Ermua Miguel Angel Blanco, ocurrido a mediados de julio.
Los miembros liberados del comando identificados hasta ahora, Jesús María Martín Hernando y Salvador Gaztelumendi Gil, fueron colaboradores de este mismo grupo cuando era dirigido por el etarra José Luis Martín Carmona, alias KoIdo, y que fue desarticulado en noviembre de 1994. Desde entonces permanecían huidos.
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