Renfe da entrada a la iniciativa privada para explotar su patrimonio inmobiliario
Renfe ha hecho un nuevo guiño a la privatización. La compañía ferroviaria se aliará con empresas privadas para explotar su patrimonio inmobiliario. De momento, ha seleccionado 15 de las primeras inmobiliarias del país para urbanizar y construir en ocho terrenos que suman un total de 200.000 metros cuadrados. La explotación se realizará a través de una empresa mixta (60% para la iniciativa privada, 40% para la pública) y la intención de Renfe es mantener la propiedad de las viviendas, locales o aparcamientos que le correspondan, sacándolos al mercado mediante alquiler. El patrimonio inmobiliario susceptible de acogerse a proyectos de este estilo es de 48,2 millones metros cuadrados.
El presidente de Renfe, Miguel Corsini, ha pisado el acelerador en el proceso de apertura de la compañía ferroviaria a la iniciativa privada.La semana pasada anunció formalmente que explotará cuatro corredores (el largo recorrido Madrid-Valencia-Alicante, el regional Expreso de Cataluña y las líneas de cercanías Madrid-Getafe o la de la margen izquierda del río Nervión en Bilbao) conjuntamente con empresas especializadas en la fabricación de material ferroviario, como Talgo, CAF, GEC-Alsthom, Siemens o Adtrans. Un plantemiento que, por cierto, ha levantado críticas del presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y de varios alcaldes socialistas.
Pero ahí no quedan los proyectos de incipiente privatización de la compañía ferroviaria. Su dirección, en concreto la unidad de negocio de Patrimonio y Urbanismo, ha puesto en marcha un plan para explotar suelo de Renfe en cooperación con las principales inmobiliarias nacionales.
El esquema es sencillo. La compañía ferroviaria elige un terreno en condiciones de ser urbanizado y construido y, en lugar de venderlo directamente a empresas o grandes consorcios con mayoría de capital público, constituye una sociedad mixta con una inmobiliaria previamente elegida.
Sociedad mixta
A esa sociedad mixta (en la que el 40% del capital estará en manos de Renfe), la compañía ferroviaria cede el suelo, mientras que la. inmobiliaria se encarga de la puesta en marcha y gestión del proyecto. El planteamiento de la sociedad pública es que en el suelo que coloca en esta operación se construyan viviendas, locales y aparcamientos, bien para uso de los bloques de pisos, bien como negocios independientes.
Una vez finalizado el proyecto elegido, los socios se reparten, en proporción al capital que posean, el activo de la sociedad mixta. Es decir, si se han construido, por ejemplo, 1.000 viviendas, 600 pasan a propiedad de la inmobiliaria y las 400 restantes, a Renfe.
Pero ésta no venderá esos hipotéticos 400 pisos, sino que los alquilará. "De esta forma Renfe continúa manteniendo patrimonio inmobiliario, eso sí transformado, en lugar e ir perdiéndolo con ventas directas", señala Rafael Almodóvar, director gerente de la unidad de negocio de Patrimonio y Urbanismo de la compañía pública.
Esta fórmula se va a inaugurar con ocho proyectos concretos: dos en Madrid (Ciudad de Barcelona y Méndez Álvaro), dos en Barcelona (Plá de Palau y Sagrera), y uno en Zaragoza, Sevilla, Pontevedra y El Escorial. En total, alrededor de 200.000 metros cuadrados y un negocio potencial próximo a los 35.000 millones de pesetas.
El esquema diseñado por Renfe se completa con una cuidadosa selección de socios. La compañía ferroviaria convocó, el pasado mes de julio, un concurso genérico para sociedades inmobiliarias en el que solicitaba su radiografía técnica, financiera y económica.A esta convocatoria acudieron un total de 33 empresas, aunque finalmente fueron seleccionadas estas 15: Vallehermoso (ligada al Banco Central Hispano), Metrovacesa (Banco Bilbao Vizcaya), Inmobiliaria Urbis (Bañesto), OCP-Ginés Navarro, FCC Inmobiliaria, Ferrrovial Inmobiliaria, Inmobiliaria Colonial (La Caixa), Necso Entrecanales Cubiertas, Lubasa, Grupo Osuna, Cobasa Inmobiliaria, GPS-0b'rascón, Aldesa-Banco Atlántivco-Nozar, Apex 2000 (Iberdrola) y Grupo Prasa.
La designación de la empresa-socio de Renfe en cada caso se hará mediante un concurso específico al que acuden las empresas seleccionadas. Este ramillete de sociedades será, pues, con el que trabaje Renfe en el proyecto de coexplotación inmobiliaria, aunque, según explica Almodóvar, "no excluimos alguna incorporación, sobre todo de empresas locales interesados en proyectos muy concretos".
Los responsables de Renfe calculan que este esquema se irá aplicando progresivamente y que la materia prima potencial es de 48,2 millones metros cuadrados. No obstante, muchos de ellos pueden servir de moneda de canje con los ayuntamientos para que éstos permitan construir en determinados terrenos. "Queremos contribuir a la mejora del entorno urbano y dotar de utilidad pública a instalaciones obsoletas", subraya Almodóvar.
Cuarteles, iglesias y vías de tren
Renfe es, después del Ministerio de Defensa y de la Iglesia, uno de los mayores terratenientes de España.Según los cálculos de la propia compañía ferroviaria, posee unos 450 millones de metros cuadrados, frente a los 1.500 millones de metros cuadrados que controla el Ministerio de Defensa.
El proyecto de coexplotación inmobiliaria con la iniciativa privada afecta, pues, a poco más del 10% de esa cantidad, a unos 48,2 millones de metros cuadrados de suelo.
En realidad, la mayor parte de las posesiones inmobiliarias de Renfe son las vías férreas y sus terrenos afectos o colindantes.
No obstante, la compañía pública, también tiene un buen puñado de metros cuadrados, algo más de dos millones, en edificios. Renfe es dueña, por ejemplo, de un total de 1.800 edificios en estaciones, que suman un global de 720.000 metros cuadrados de superficie.
En cuanto a viviendas, es propietario de 8.704 (630.500 metros cuadrados), de las cuales mantiene 6.059 ocupadas. De ellas, pretende conservar en régimen de alquiler 4.195 y vender 1.864.
Además, entre los objetivos básicos de la unidad, de negocio de Patrimonio y Urbanismo de Renfe se encuentra poner en el mercado las 2.645 viviendas que tiene vacías, dando prioridad al alquiler.
En la carpeta de propiedades inmobiliarias también hay cabida para unas 1.050 naves industriales (210.000 metros cuadrados), 98 edificios de Correos, 13 talleres y hasta 17 cuarteles.
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