Ejecutado en EE UU un mexicano que mato por encargo
A George Allen, gobernador de Virginia, no hay quien le pare cuando se trata de ejecutar una sentencia de muerte. En julio, rechazó las peticiones de clemencia para Joseph Roger O'Dell de Juan Pablo II y del primer ministro italiano, Romano Prodi. Ahora ha desestimado la de México en favor de Mario Benjamín Murphy, una de los personas que, contratadas por la esposa dé la víctima y su amante, asesinaron en julio de 1991 en Virginia a James Radcliff.Murphy, de 25 años y nacionalidad mexicana, murió en la noche del miércoles víctima de la inyección letal. En el juicio se declaró culpable y colaboró con la acusación.
México, que no tiene pena de muerte, había pedido clemencia para Murphy. Una de las razones esgrimidas es la casualidad de que siendo el único extranjero de los seis implicados en el crimen también resultara el único condenado a muerte: sus cinco compinches norteamericanos salieron con cadena perpetua.
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