Homenaje surrealista
Su nombre es en España tan desconocido como su obra. A Esteban Frances (Port Bou, 1913-1976), un, pintor surrealista que formó parte del grupo que lideraba André Breton en París, le ocurrió lo mismo que a tantos artistas a los que la guerra civil condenó primero al exilio y luego al anonimato. Hoy se inaugura la primera exposición antológica de su obra. Ha sido un trabajo duro reunir las cien piezas de esta muestra, desperdigadas en colecciones privadas de varios países.Pero la obra de Frances tiene otro gran atractivo ajeno a la pintura. Resulta que durante 20 años fue el figurinista y escenógrafo de George Balanchine, uno de los mejores coreógrafos que ha dado este siglo.
Bailarines de compañías tan prestigiosas como el New York City Ballet lucieron en escena desde los años cincuenta los modelos de este artista, que ahora han viajado junto a sus cuadros desde el museo neoyorquino en que se guardan hasta Madrid. Hace pocos años, Thomas Windholz, un químico de origen húngaro, nacionalizado norteamericano y con casi ninguna relación con el arte, asistió a una subasta de arte. Le gustó un cuadro de Frances, lo compró, y a partir de aquel momento dedicó nueve años de su vida a investigar quién era el enigmático autor de su cuadro. La colaboración de WindhoIz ha sido fundamental en el trabajo de Josefina Alix y Lucía García de Carpi, las dos comisarias de esta exposición.
Dicen que Esteban Frances tenía un carácter difícil. Y que tuvo mala suerte. Si en 1937 tuvo que instalarse en Francia huyendo de la guerra española, poco después fue a parar a México a raíz del estallido de la II Guerra Mundial. Y de México a Nueva York. Llegó a la ciudad de los rascacielos a mediados de los cuarenta: demasiado tarde para un pintor surrealista. Por aquella época triunfaba el expresionismo abstracto. Fue entonces cuando nació su colaboración con la escena.
"La obra de Frances tiene un colorido brillante y audaz que pocos surrealistas tienen. Trabajó siempre en la búsqueda de un estilo audaz, nuevo. Su aportación al mundo de la escenografía fue de primer orden", comenta Josefina Alix.
Frances regresó a España en los últimos años de su vida. Trabajó entonces en la recopilación de su obra para una muestra antológica. Frances murió una semana antes de la inauguración de esa exposición que nunca se celebró. Una vez más se perdió el rastro de su obra.
Esteban Frances. Sala de exposiciones de la Comunidad de Madrid (plaza de España, 8. Metro Plaza de España). Hasta el 23 de noviembre. De 11.00 a 14. 00 y de 17.00 a 20.30. Entrada libre.
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