"Tenemos demasiados sobresaltos con el PP"

Desde su puesto de consejero de la Presidencia del Gobierno catalán, Xavier Trias tiene una perspectiva global de la relación con el Gobierno de José María Aznar. Y su opinión es que los mecanismos por los que se rige no acaban de funcionar bien.Pregunta. Da la impresión de que la relación con el PP atraviesa una etapa de turbulencias. ¿Por qué?

Respuesta. Es cierto. Tenemos demasiados sobresaltos. Creo que todas las partes debemos reflexionar. Tenemos que ver por qué y cómo se producen, y estudiar qué hacemos para cambiar esa' dinámica, porqueno es buena.

P. ¿Cómo encajaría CiU el traspaso de las cuotas de formación del Inem a Euskadi?

R. Es un ejemplo de lo que decía. A mí el Gobierno me dice que traspasará el Inem al País Vasco en las mismas condiciones. Sin embargo, tenemos esa discusión. No se acaba de entender.

P. ¿No es porque negocian traspasarlo en mejores condiciones?

R. Yo he de creer lo que me dice el vicepresidente del Gobierno: que se traspasará exactamente en las mismas condiciones. Y en cambio, se forma un gran lío, una gran discusión, y tienes la sensación de que o no lo hacemos bien o hay gente que se pone en medio y quiere que nos peleemos, Debemos hacer un esfuerzo importante para evitar estos climas. Porque esto no es una cosa que nosotros pidamos porque se la vayan a dar a los vascos. No. Nosotros el traspaso completo del Inem ya lo pedimos hace mucho tiempo. Y nos dijeron que era imposible. Por eso se negoció y se hizo un traspaso parcial. Y si ahora se lo traspasan a los vascos, no tendrá sentido que no nos lo traspasen.

P. ¿Sería motivo para replantearse el apoyo al Gobierno?

R. Sería un agravio muy importante.

P. En realidad no es algo muy distinto de lo que sucedió con los impuestos especiales, la televisión digital, la defensa de la unidad del idioma catalán, por ejemplo. ¿No tienen la sensación de que no les toman en serio? ¿Y de que otros obtienen más que ustedes?

R. La comparación con otros tenemos que evitarla. Otra cosa es decir que hay cosas que no pueden ser y ya he advertido que según qué será un agravio muy importante. A veces infravaloramos cosas que hemos conseguido. Como la desaparición de los gobernadores civiles, por ejemplo. Aunque es cierto que tenemos desacuerdos muy importantes con el Gobierno. A veces porque ha surgido un tercero, a veces porque nos hemos quedado sin querer en posición de arbitraje... A veces se magnifican asuntos que no lo merecen. Y la verdad es que no tenemos los mecanismos para hacer el clima más fácil. Eso lo da el tiempo.

P. ¿A qué mecanismos se refiere?

R. No siempre son muy claros. Son mecanismos de relación entre las personas, que son las que al final hacen que las cosas vayan más o menos finas. Conseguir estos mecanismos requiere tiempo. Es difícil lograrlo en un año y medio con un partido como el PP, que durante mucho tiempo había vendido una imagen de enfrentamiento no sólo con un partido o una coalición catalana, sino con Cataluña. Mejorar eso no es fácil y he de decir que en ocasiones ellos hacen esfuerzos.

P. ¿Por qué parece que se entiende mejor el Gobierno con el PNV que con CiU?

R. El PNV les es más cómodo, probablemente, por algo que nos distingue. Hace tiempo me lo dijo así un dirigente del PNV: "Oye, vuestro problema es que intentáis que el Estado español funcione". Y es verdad. Por mucho que nosotros mantenemos unas reivindicaciones muy claras, porque creemos que el encaje de Cataluña no está bien resuelto, nos interesa también que el Estado español funcione bien. Y eso marca mucho la actitud.

P. ¿No le parece que el PP se considera menos atado a CiU de lo que CiU se siente comprometida con el PP?

R. Sí. Puede ser que sus electores no les pidan o no tengan una vocación de reconocimiento de Cataluña, mientras que nosotros tenemos una situación de responsabilidad. La tuvimos con los socialistas y la tenemos con el PP. Eso ata. Pero si fuésemos unos irresponsables, a nuestros votantes no les gustaría. Ser clave en la gobernabilidad tiene ventajas e inconvenientes, pero se ha de asumir. Hombre, si te hacen muchas trastadas... al final esto acabaría mal, es evidente.

P. ¿Qué pasará si, como parece probable, el PP rechaza la nueva ley del catalán?

R. Prefiero ser optimista y pensar que se inclinarán por un apoyo, aunque sea matizado. Si la rechazan será malo, claro.

P. ¿Sería un casus belli? ¿Tendría repercusiones en su relación con el Gobierno del PP?

R. Depende de cómo se planteara. Tenemos que explicarle al PP la importancia de esa ley y desear y esperar que el PP de Cataluña más abierto, por así decir, sea capaz de marcar una posición.

P. ¿Pero una posición en contra sería motivo de ruptura?

R. Una ruptura tiene que verse en función de una actitud general del partido más que por un asunto. Aunque éste es vital para nosotros. Prefiero ver cómo va en lugar de empezar con amenazas. Lo que buscamos es una ley que pueda tener la mayor unanimidad posible.

P. Su nombre está entre los que CiU baraja para la candidatura a la alcaldía de Barcelona. ¿Aceptaría aspirar al cargo si se lo pidiera su partido?

R. Eso no debe plantearse así, porque en política siempre tienes que estar dispuesto. Eso lo tienen que decidir el partido y la coalición. No pierdo ni un segundo en este asunto. ,

P. Pero ¿le hace ilusión ser alcalde de Barcelona?

R. Si a alguien no le hace ilusión un cargo como este, es que tiene poca vocación política. Es como el Barça: a todos los barcelonistas les gustaría ser su presidente. Pero eso es una cosa y otra saber quién toma la decisión. Tenemos que dejar que los partidos hagan su trabajo y designen candidato. Yo tengo una ventaja: estoy muy bien donde estoy. También le debe de hacer ilusión a mucha gente ser consejero de Presidencia de la Generalitat, ¿no?

P. También está en discusión quién debe ocupar la segunda plaza, tras Jordi Pujol, en las elecciones autonómicas. ¿Qué perfil debe tener ese número dos?

R. Los medios de comunicación no paran de buscar el cliché de ese número dos. Para decir: éste es el sucesor de Pujol. Pero yo creo que eso no va así. Que alguien ocupe el segundo puesto en esa lista no supone que vaya a ser el sucesor. Es cierto que supone una confianza hacia una persona, no lo infravaloro. Pero puede haber distintos criterios. Eso ha estallado este verano, pero tengo la sensación de que Duran Lleida no quiere entrar en esa discusión. Y en Convergència debemos hacer un esfuerzo para no entrar en ella.

P. ¿Quién ha de ocupar este segundo puesto, según usted?

R. Mi opinión personal es que tiene que ser de Convergència. Lo digo desde una posición partidista. Pero lo que hay que hacer es sentarnos y hablar, y no llevar esa discusión a los medios de comunicación. Queda tiempo para tomar esa decisión.

P. ¿Tiene que ser una figura del Gobierno o del partido?

R. No entiendo que los hombres del Gobierno no sean del partido.

P. En el pasado ya ocupó una vez esa plaza el líder de Unió.

R. Sí, ha habido situaciones distintas. Por lo tanto, no hay que sacralizar ninguna. Eso hay que discutirlo con calma y buscando lo que nos una.