CiU y PP pactan igualar la duración del servicio civil con el militar

El Parlamento debe adoptar antes de final de año tres decisiones que afectan sustancialmente al futuro de la mili. En primer lugar, la comisión sobre profesionalización de las Fuerzas Armadas debe aprobar un dictamen en el que se fije el tamaño del futuro ejército profesional y las características del periodo de transición.En segundo lugar, los Presupuestos Generales del Estado para 1998 deben incluir un incremento sustancial de soldados profeslonales para hacer posible este objetivo. Finalmente, tiene que aprobarse la reforma de la ley de Objeción de Conciencia, que el Congreso admitió a trámite por unanimidad el pasado 27 de noviembre a propuesta de CiU.

Respecto al último punto, el grupo catalán ha mantenido conversaciones con representantes del PP y del Gobierno en las que éstos han aceptado equiparar la duración de la prestación sustitutoria de los objetores (13 meses) con la del servicio militar (nueve meses). En realidad, el PP no tiene más remedio que admitir esta propuesta, ya que cuenta con el apoyo de todos los demás grupos y saldría adelante incluso con su oposición.

El Ministerio de Justicia cree que la reducción del servicio civil provocara un nuevo aumento de objetores, estimado entre el 20% y el 30%. Considera al menos que, al estar ocupados los puestos de actividad durante menos tiempo, se podrá incorporar a más jóvenes.

Precisamente, el PP ha admitido que los objetores que no sean llamados a cumplir la prestación en un plazo determinado queden automáticamente exentos de hacerla. No se ha definido todavía la duración de dicho plazo, que estará entre el ano que propuso CiU y los cinco que pretende el PP.El Gobierno ha aceptado transferir a las comunidades autónomas la gestión de la prestación sustitutoria, así como la firma de conciertos con las entidades; pero se reserva la función inspectora y las competencias relacionadas con el reconocimiento de los objetores y la concesión de exenciones o prórrogas. La objeción sobrevenida, la que se alega tras iniciar la mili, ha quedado aparcada en la negociación, pues el PP confía en el PSOE para bloquearla.

Transición inmanejable

El dictamen sobre la profesionalización de las Fuerzas Armadas está menos claro. La intención del Gobierno de demorar la supresión del servicio militar hasta el año 2003, e incluso más allá si la situación económica obligase a ello, es criticada por todos los grupos de oposición, que consideran inmanejable un periodo de transición tan largo. También la cifra de 120.000 soldados profesionales, adelantada por el Ministerio de Defensa, resulta excesiva, al menos a juicio de los nacionalistas e Izquierda Unida.

Defensa ha anunciado que los presupuestos de 1998 incluirán la contratación de 10.000 nuevos efectivos de tropa y marinería profesional, pero esta cifra resulta insuficiente para alcanzar los 120.000 soldados voluntarios en el año 2003, incluso según los propios cálculos del ministerio.