La cervecera Spaten 'se bebe' a su principal competidor, Löwenbrau

Las dos grandes empresas cerveceras de Múnich, con más de seis siglos de existencia y de lucha por el mercado, acordaron ayer una fusión que sacará de los números rojos a la Löwenbräu a base de una inyección financiera de la Spaten. Son dos de las marcas legendarias de la cerveza de Baviera, con sus famosos logotipos del fraile franciscano (Spaten) y el león (Löwenbräu). Dentro de un par de semanas, cuando se celebre la fiesta de octubre de la cerveza en Múnich, sus percherones cargados de toneles de cerveza podrían ponerse un logotipo en el que un fraile galopa sobre un león. Esto no va a ocurrir, pero sería el resumen perfecto de la operación de fusión que se anunció ayer en la capital de Baviera: los franciscanos se han bebido a los leones.Para llegar a esta boda de los elefantes, Spaten realizará un pago en efectivo de 160 millones de marcos (unos 13.600 millones de pesetas) antes de fin de mes y pasará a controlar un 96% de Löwenbräu. Al mismo tiempo, la familia propietaria de ésta participará con un 27% en Spaten. Las argucias de los ingenieros contables de la operación han conseguido que el fisco se quede sin nada, sólo con la esperanza de que en el futuro fluyan los beneficios.

El pato de la boda lo pagarán los asalariados. Cada una de las empresas cuenta con unos 600 empleados y con la fusión sobra personal. En el anuncio del acuerdo ayer en Múnich se dijo que la reestructuración "se hará con arreglo a principios sociales".

La suerte de las dos cerveceras era muy diferente. Löwenbräu, fundada en 1383, realizó en el último ejercicio 282,7 millones de marcos de ventas (24.000 millones de pesetas) y se cerró con 19,8 millones de marcos de pérdidas (casi 1.700 millones de pesetas). En cambio, Spaten llevaba una marcha floreciente, que le había permitido adquirir otra importante cervecera en Stuttgart.

La productividad de las cerveceras del sur de Alemania es más baja que las del norte. Las de Múnich producen entre 2.400 y 2.500 hectólitros por asalariado y las del norte de Alemania entre 7.000 y 10.000 hectólitros. Con la fusión, se espera llegar a una producción de 3,5 millones de hectólitros y un volumen de ventas de 800 millones de marcos (67.200 millones de pesetas). Los alemanes, en contra de la creencia habitual, no son los campeones mundiales en beber cerveza, a pesar de los 131,7 litros de consumo anual por garganta. Son superados por los checos.