El 5% del recibo de la luz para ayudar al carbón se transformará en impuesto
El 5% del recibo de la luz que actualmente se destina directamente a subvencionar la minería del carbón se transformará el año que viene en un "impuesto" según manifestó ayer el ministro de Industria y Energía, Josep Piqué. La medida no tendrá ningún efecto sobre la tarifa eléctrica, pero permitirá al Gobierno, según Piqué, evitar el "carácter finalista". Es decir, que pueda destinarse a otros usos y no sólo a subvencionar el carbón.
El Gobierno pretende despejar al recibo de la luz de todas aquellas "externalidades" que cargan su importe y no están directamente relacionadas con la producción, transporte y distribución de energía eléctrica. Por el momento, sin embargo, las necesidades de equilibrio presupuestario impiden a Hacienda renunciar a esos ingresos.Aunque la transformación en "impuesto" del 5% del carbón no alterará el recibo, Piqué aseguró que el año que viene se dará una nueva reducción de las tarifas eléctricas en un promedio de un 3% en pesetas corrientes (5% en pesetas reales). De el lo, un 1% repercutirá en los consumidores particulares y un 6% en las pequeñas y medianas empresas.
Piqué acaba de cerrar con los sindicatos un acuerdo sobre el sector del carbón, y tiene ahora que presentar el plan ante la Comisión Europea. Se encontrará dos problemas: primero, los tratados europeos sobre protección al carbón (procedentes de la antigua CECA) expiran en el 2002, mientras que el plan de Piqué abarca hasta el 2005. Segundo, los países que no usan carbón presionarán a la Comisión para que desautorice nuevas subvenciones, por considerar que perturban la libre competencia.
El ministro de Industria, que inauguró ayer un seminario sobre La reconversión del carbón en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, prevé financiar el año que viene el plan de ayuda a las comarcas mineras del siguiente modo: 50.000 millones para infraestructuras, 10.000 millones como subvenciones y activos financieros para empresas que creen empleo y 5.000 millones en formación profesional.
El dinero saldrá de los Presupuestos Generales del Estado, al haber renunciado el Gobierno a su idea original de subvencionar las comarcas mineras con ingresos procedentes de la privatización de empresas, públicas. "El dinero procedente de privatizaciones", explicó ayer Piqué, "sería contabilizado como gasto de todos modos, pese a su origen extrapresupuestario".
El resto de las empresas de la Agencia Industrial del Estado quedará, sin embargo, "desvinculado de los Presupuestos" en 1998. Los compromisos salariales adquiridos por estas empresas, 1,25 billones de pesetas, se afrontarán con recursos procedentes de privatizaciones.
El plan acordado con los sindicatos prevé, según Piqué, una lenta disminución de la producción de carbón, un recorte progresivo de las subvenciones y una reducción de plantillas "no traumática". El sector emplea actualmente a 25.000 trabajadores.
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