Una comisión investigará la mortandad de vacas en Valsaín
Representantes de Parques Nacionales y de los ganaderos de Valsaín (Segovia) investigarán conjuntamente las causas de la misteriosa muerte de más de un centenar de vacas (ver EL PAÍS de ayer), atribuida por algunos propietarios de reses a un insecticida empleado para fumigar los montes, hecho que no ha quedado demostrado en los análisis oficiales.Según el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Javier Santamaría, que ha actuado de intermediario en el conflicto, los servicios Veterinarios de la Administración autonómica trabajarán con los de Parques Nacionales y los de los ganaderos en estudiar las condiciones y lugares en que pueden haber pastado las reses.
Asimismo, se evaluará el número exacto de vacas muertas, fijado en por algunos ganaderos en más de 130: extremo que se desconoce con exactitud, ya que las reses son enterradas en una fosa o cementerio de animales en el mismo término de Valsaín.
Para Santamaría, el objetivo de este trabajo coordinado es dimensionar el problema partiendo de aspectos generales para llegar a algo concreto, por lo que inicialmente no se va a descartar ninguna posibilidad sobre el origen de las muertes, a la espera de nuevos análisis.
Fuentes de la asociación de ganaderos de Valsaín han subrayado que la reunión en la que se ha acordado trabajar conjuntamente ha servido para pasar de una "actitud pasiva" de las administraciones a una postura activa que pueda determinar las causas de la intoxicación. En cuanto a la sustancia química que ha originado el envenenamiento, los ganadores sostienen que el resultado de los análisis de vísceras es aún incierto.
Los ganaderos descartan que sus reses mueran por falta de alimentación e insisten en la hipótesis de una intoxicación masiva, aunque se desconozca el origen, y han solicitado ayudas económicas a la Junta de Castilla y León para paliar las pérdidas, que pueden superar los 50 millones de pesetas.
