Autovías en Castilla
Recientemente, un lector de Talavera de la Reina manifestaba su sorpresa por las diferencias entre los costes de determinados tramos de autovía puestos en servicio por el Ministerio de Fomento en las comunidades de Castilla-La Mancha y de Castilla y León.Siendo dichas diferencias importantes, más sorprendente aún es el hecho de que el trayecto castellano-manchego forma parte del eje fundamental Madrid-Valencia, cuya conversión en autovía es urgente, mientras que el castellano-leonés, entre las localidades de Santas Martas y Sahagún de Campos, es el primer trayecto que entra en servicio de un más que discutible eje transversal en la meseta norte que pretende convertir en autovía la CN-120, por la que discurre en gran parte el Camino de Santiago.
Esta segunda actuación se lleva a efecto por decisión del Gobierno presidido por el señor Lucas, que cofinancia las obras junto con el ministerio (de ahí, seguramente, la aparente diferencia de costes). Esto supone que el Ejecutivo castellano-leonés invierte una parte muy importante de sus presupuestos en una carretera de interés estatal, en detrimento de la muy necesaria mejora de la red regional, cuando, además, todos los informes técnicos apuntan a que dicho eje transversal debería trazarse entre Palencia y Benavente, algo que resulta, por otro lado, evidente para cualquiera que conozca ambas carreteras.
De todas formas, los sufridos contribuyentes castellano-leoneses nos consolaremos viendo cómo nuestros impuestos, que en otros tiempos sirvieron para que el duque de Alba diera rienda suelta a sus ardores guerreros allende nuestras fronteras, permitan ahora que los descendientes de aquellos que sufrieron en sus carnes sus desmanes crucen lo más deprisa posible nuestras tierras, evitándonos el mal trago de tener que disculparnos, algo tan ajeno a nuestro carácter.-
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