De Klerk, el presidente blanco que acabo con el 'apartheid' en Suráfrica, se retira de la política
El último presidente blanco de. Suráfrica, Frederik Willem De Klerk, anunció ayer su dimisión como líder del Partido Nacional (PN) y su retirada de la política activa. El dirigente bóer que desmanteló el régimen del apartheid, puso en libertad a Nelson Mandela, tras más de 27 años de cárcel, y pilotó la transición pacífica a una democracia sin segregación de razas, da carpetazo a su carrera política a los 61 años para dedicarse a escribir sus memorias. De Klerk deja la dirección de un partido desangrado por la fuga de militantes, tanto hacia la derecha xenófoba como hacia la izquierda multirracial, y que, como él mismo dijo ayer en su despedida, "debe demostrar que ha roto con el pasado" antes de las elecciones de 1999
"Tras una cuidadosa consideración, y muy consciente de mi responsabilidad con los afiliados y seguidores del Partido Nacional y ante el país mismo, he decidido que ha llegado el momento de retirarme", anunció De Klerk ayer en una conferencia de prensa en Ciudad del Cabo. El lunes ya había anticipado a los dirigentes regionales de su partido su intención de renunciar al cargo y de no presentarse como candidato en los próximos comicios, en 1999.Un congreso extraordinario del PN deberá designar el próximo 9 de septiembre al sucesor de De Klerk. Entre los aspirantes mejor situados se encuentran el conservador Hernus Kriel, exministro del Interior y actual gobernador de la provincia de El Cabo -la única en la que el PN ha mejorado su implantación electoral-, y el dirigente liberal Marthinus van Schalkwyk, considerado como un estrecho colaborador de De Klerk.
Fuentes de la dirección del PN expresaron ayer su confusión por el anuncio de De Klerk en un momento en el que las encuestas reflejaban el crecimiento de las expectativas de voto del partido, que, del 20% logrado en los comicios de 1994, había caído por debajo del 14% en los últitimos sondeos. Otros dirigentes apuntaron que el PN "puede estar ya preparado para elegir a un líder negro entre sus filas".
El paso a la oposición
Destacados miembros del PN han abandonado la organización a partir de junio de 1996, cuando De Klerk decidió sacar a su partido del Gobierno provisional de unidad nacional presidido por Nelson Mandela, con el objetivo de reforzar su papel en la oposición.
Varias de las fugas de militantes se produjeron en el ala conservadora del partido, pero la mayor parte de las defecciones del PN se han registrado en el sector más liberal. La dimisión a comienzos de este año de Roelf Meyer, ex negociador con el Congreso Nacional Africano (ANC) de Mandela, fue la más sonada. Meyer había sido encargado por De Klerk del diseño de la nueva estrategia política del partido. Junto con el ex dirigente del ANC Bantu Holomisa, proyecta crear un nuevo partido de corte moderado el próximo mes de septiembre. Meyer consideró ayer que el PN ya "ha agotado su vida útil y debe disolverse"
"Este partido debe seguir su camino con nuevas ideas y con dirigentes jóvenes", advirtió ayer De Klerk, antes de reconocer que con su retirada intentaba ayudar a su organización a mejorar su imagen: "La percepción de que el PN sigue estando ligado al pasado sigue siendo uno de sus principales obstáculos". Entre sus planes más inmediatos, De Klerk anunció que se dedicará a escribir sus memorias, ya que considera que "es importante que los acontecimientos que conforman la historia reciente del país sean descritos de forma. correcta".
El presidente Mandela, que gobierna con una aplastante mayoría de más de dos tercios de los sufragios, fue de los primeros en destacar la trayectoria de De Klerk en la historia de Suráfrica. Mandela pidió a los surafricanos que "no olviden, pese a los errores que pudo cometer, su. papel primordial en- la transición política del país".Con 82 escaños, frente a los 252 del Congreso Nacional Africano, el Partido Nacional sigue siendo el principal partido integrador de la minoría bóer (de, raza blanca y origen holandés), que durante décadas dominó Suráfrica y discriminó a la mayoría negra. Los grupos de la extrema derecha, como el Partido por el Estado Bóer, se apresuraron ayer a felicitarse por la renuncia de De Klerk -a quien califican de "traidor a su pueblo"- a la actividad política.
El líder que supo renunciar a su pasado
El afrikáner Frederick Willem de Klerk, de 61 años, nació, se educó y triunfó en una sociedad conservadora marcada por la supremacía de su raza blanca. Pero cumplido ya el medio siglo supo renunciar a su pasado y entregó el poder al negro Nelson Mandela.Su padre, el senador Jan de Klerk, fue ministro en varios Gobiernos racistas presididos por Hendrik Werwoerd, arquitecto del régimen del apartheid, y por su sucesor, John Vorster, entre 1954 y 1969. "Mi propio padre estuvo en el poder, y una de mistías se casó con un primer ministro. Yo mismo fui un leal seguidor de la política del Partido Nacional " lé explicó De Klerk al arzobispo Desmond Tutu, presidente de la Comisión de la Verdad, antes de pedir disculpas a su pueblo por la segregación racial.
Licenciado en Derecho con los máximos honores en la ultraconservadora provincia del Transvaal, De Klerk dejó su prometedora carrera de abogado a los 36 años para ocupar un escaño en el Parlamento y ascender en política en las filas del Partido Nacional. A los 42 años, ya estaba al frente de la cartera de Correos y Telecomunicaciones en el Gobierno de Pretoria. Luego pasó por Interior, Asuntos Sociales, Deportes, Energía..., incluso por Educación, en los tiempos en que el presupuesto para las escuelas de niños blancos era 10 veces superior al de las escuelas de negros.
A los 53 años era primer ministro., después de desalojar de su cargo al ultranacionalista Pieter Botha del poder. Pero un año después, el 2 de febrero de 1990, De Klerk conmocionó al mundo al proclamar en el Parlamento que condenaba el apartheid y anunciar que el Congreso Nacional Africano dejaba de ser un partido prohibido. Nelson Mandela fue excarcelado pocos días después.
os dos recibieron el Premio Nobel de la Paz en 1993, pero Mandela ganó las elecciones del año siguiente. Ahora De Klerk se retira a escribir sus memorias. Nelson Mandela con 79 años, volverá a presentarse en los comicios de 1999.
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