Yeltsin repite por enésima vez a los militares que les pagará de inmediato

Borís Yeltsin lanzó ayer su enésimo mensaje para tranquilizar a las Fuerzas Armadas. Durante una visita a la región de Saratov, unos novecientos kilómetros al sureste de Moscú, el presidente ruso aseguró: "Cumplimos nuestras promesas y pagaremos el ciento por ciento de los salarios atrasados a los militares antes del 31 de agosto".En otras circunstancias, un suspiro de alivio habría cruzado por los cuarteles desde el Báltico al Pacífico, pero, en las actuales, lo más probable es que los hombres de uniforme esperen a recibir su paga para cantar victoria. De hecho, el número dos del Estado Mayor, Valeri Manílov, ya dijo el pasado jueves que los atrasos se abonarían tres días más tarde, un plazo ya cumplido con creces. El dato esperanzador es que el Ministerio de Finanzas ha aprobado la entrega al de Defensa de 1.000 millones de dólares (más de 150.000 millones de pesetas) para pagar las deudas del personal.

Los militares no son los únicos empleados públicos que llevan meses sin cobrar, pero sí los que, por razones obvias, mas preocupan en el Kremlin. Maestros, funcionarios, médicos y otros tendrán que esperar, aunque la promesa oficial es que, a final de año, se acabará con un problema que cubre de vergüenza al Gobierno y llena de angustia a millones de personas. El dinero fresco recaudado con dos polémicas privatizaciones parciales (la del monopolio telefónico y la de una empresa productora de níquel) puede hacer esta vez el milagro.

Yeltsin mostró también su convencimiento de que la anunciada reforma militar va a funcionar, y elogió los esfuerzos realizados por el ministro de Defensa, Ígor Serguélev. Las Fuerzas Armadas, señaló, que reducirán en 16 meses sus efectivos desde 1,8 millones a 1,2 millones, van a potenciar su movilidad y capacidad de reacción rápida y estarán formadas por profesionales.