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Éxito en la arriesgada reparación de la estación espacial 'Mir'

Los dos astronautas lograron reconectar los cables eléctricos

Los astronautas rusos Anatoli Soloviov y Pável Vinográdov tuvieron en vilo ayer durante horas a los millones de personas que desde la Tierra seguían paso a paso las dificultades que encontraban a medida que avanzaban en su arriesgado trabajo en el módulo Spektr, pero finalmente regresaron victoriosos: en poco más de cuatro horas lograron reconectar los cables eléctricos que van de los paneles solares de este módulo al resto de la estación Mir.

Los controladores de la Mir no podrán saber hasta mañana o pasado si se ha recuperado la potencia eléctrica de la estación con esta operación, y además los dos astronautas no pudieron detectar a simple vista la causa de que el aire se escape del módulo. "Todo fue mucho más duro de lo que imaginábamos", reconoció Vinográdov, el ingeniero de a bordo sobre el que recayó lo más difícil de los trabajos.En efecto, las cosas no comenzaron bien para los rusos. Cuando faltaban escasos- minutos para que Soloviov y Vinográdov abrieran la compuerta hacia el pasillo o esclusa que da al Spektr y otros módulos, el ingeniero sintió que había una fuga de aire en su traje especial Orlán, por lo que tuvieron que retrasar su salida al vacío. No tardaron en detectar el lugar de la fuga: estaba en una unión entre el guante y la manga del traje.

Dos horas y diez minutos de retraso significó el defecto del guante, que hubo que cambiar. Después, desde el Centro de Control de Vuelos llegó la orden de abrir la escotilla. Vinográdov entró en el módulo, mientras Soloviov le ayudaba desde el módulo de distribución. Michael Foale, el astronauta de la NASA, permanecía en la nave Soyuz TM-26 y mantenía contacto por radio con sus compañeros rusos. "Este módulo está trabajando", exclamó Vinográdov cuando echó una mirada al Spektr. "El ventilador funciona y puedo oír el sonido de los equipos en marcha", dijo el ingeniero.

Ésta fue una agradabable sorpresa, pues creían que el módulo estaba muerto desde el 25 de junio pasado, cuando contra él chocó una nave de carga, destruyó uno de sus cuatro paneles solares e hizo uno o varios agujeros en la carrocería del módulo, provocando su despresurización.

Tras la tensión de las primeras horas, los astronautas se relajaron y empezaron a hacer bromas y chistes. Vinográdov comentó que veía unos cristales blancos flotando en el módulo sin luz, a lo que Foale, desde la nave de escape, respondió que seguramente se trataba de su champú. El Spektr era el dormitorio de Foale, además de ser el laboratorio donde realizaba sus experimentos científicos. Cuando el módulo fue urgentemente clausurado después del choque para evitar la deshermitización de toda la Mir, Foale perdió su saco de dormir, sus zapatillas de deporte, su cepillo de dientes y demás efectos personales.

Los rusos lograron reconectar nueve cables eléctricos de los paneles solares del módulo averiado y poner 12 enchufes en el módulo. Después comenzaron a buscar los agujeros que dejó el choque de junio pasado, para lo cual tuvieron que quitar algunos paneles interiores de recubrimiento, pero no consiguieron detectarlos. "Desgraciadamente, la tripulación no encontró ninguna huella visible que indique dónde está el o los agujeros", señaló después Vladímir Soloviov, el director del Centro de Control de Vuelos, que les ordenó que cesaran sus búsquedas en el interior del módulo, ya que en su próximo paseo espacial, desde fuera, "todo se verá mucho mejor".

Vinográdov recuperó algunos de los efectos personales de Foale y ambos astronautas instalaron una nueva parte central de la escotilla para separar el módulo averiado del resto de la plataforma espacial.

Desde la Tierra se ordenó a Anatoli Soloviov y Pável Vinográdov que regresaran a la Mir.

Si la reparación ha tenido éxito, la Mir recuperará casi toda su potencia eléctrica (a excepción de aproximadamente un 10%, ya que el panel solar destruido por la nave de carga en junio es irrecuperable, según los especíalistas).

Dificultades en Marte

El Sojourner, el robot de la nave Pathfinder encargado de analizar las rocas en Marte está bloqueado desde hace varios días en una gran piedra, según informó ayer un portavoz de la Nasa en el centro Jet Propulsion Laboratory de Pasadena (California).

El robot ha recorrido unos 60 metros en la superficie del planeta rojo desde su llegada a Marte el pasado 4 de julio.

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