El maestro alemán da notas al Gobierno Jospin
La Embajada alemana en París, a través de un funcionario que firma con el pseudónimo de Nickel, siguió con gran atención la formación, en junio, del primer Gobierno de Lionel Jospin y repartió buenas y malas notas a los distintos ministros. El semanario Le Canard Enchainé ha publicado parte de esas notas confidenciales después de descodificarlas. Así ha trascendido que, a juicio de la embajada alemana, "Lionel Jospin se ha impuesto al presidente derrotado [Jacques Chirac], incluso en lo que hace referencia a los puestos que dependen de la aprobación del presidente". Además, los alemanes parecen celebrar también que Jospin haya sabido "renunciar al retorno de la viejas glorias mitterrandianas (Lang, Quilés, Joxe, Michel Rocard)", por los que fueran ministros de Cultura, Interior, Interior y luego Defensa y primer ministro, respectivamente.Si el primer ministro obtiene el visto bueno, al nuevo titular de Interior, Jean-Pierre Chevénement, se le reprocha su pasada falta de fidelidad: "Incluso para su presidente Mitterrand" cuando, durante la Guerra del Golfo, dimitió y "soltó el timón". Pierre Moscovici, responsable de Asuntos Europeos, es tratado de "novato en política extranjera y europea", lo que no deja de ser una mera constatación. Su nombramiento es explicado así: "Es evidente que Jospin no quiere tener junto a él ningún peso pesado político en materia de construcción europea".
Pero ese Nickel, que todo parece saberlo, anda desorientado en lo que respecta a la personalidad de Alain Richard, ministro de Defensa. "Es un nombramiento sorpresa" pues se trata de "alguien que nunca se ha ocupado de asuntos de Defensa". Un día después, tras leer la prensa francesa y repasar su biografia, Richard pasa a ser "alguien brillante, con la cabeza fría y que sabe imponerse", capaz, sobre todo, de "frenar el despilfarro financiero de los diputados socialistas".
Huber Vedrine, titular de Exteriores y Antiguo correveidile entre Fran4;ois Mitterrand y Helmut Kohl, es considerado como un "experto en política exterior" y como favorable "a una orientación germanófila y pro-europea de la política exterior francesa". Vedrine es "conocido y apreciado". Nickel también conoce a Jean-Claude Gayssot, el comunista que se ocupa de Transportes, pero no parece gustarle: "Es un viejo compañero de viaje de Georges Marchais" que "además, procede del sindicato comunista de los ferroviarios".
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