El ex cabo Bayo vincula al teniente Fidel del Hoyo al 'caso Lasa-Zabala'
El ex cabo de la Guardia Civil Felipe Bayo Leal continuó ayer declarando ante el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez de Liaño en relación con el secuestro y asesinato de los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala en 1983. El último dato aportado por Bayo es que él y su compañero Enrique Dorado Villalobos, Kike, fueron llamados por el teniente Fidel del Hoyo Cepeda y que éste fue quien les trasladó al palacio de La Cumbre, en San Sebastián, para que vigilaran a Lasa y Zabala.Según Bayo, en el palacio estaban el entonces gobernador civil Julen Elgorriaga, el hoy general Enrique Rodríguez Galindo y el comandante del cuartel de Intxaurrondo Angel Vaquero Hernández, quienes le ordenaron que custodiara a dos personas que resultaron ser Lasa y Zabala.
Ayer no pudo ser escuchada la cinta magnetofónica de 90 minutos de duración, aportada por el ex cabo Bayo, con la que presuntamente intenta demostrar que él y Dorado se limitaron a vigilar a los supuestos etarras. La grabación no, pudo ser escuchada porque la Comisaría General de Policía Científica no ha hecho todavía la transcripción literal de su contenido. El magistrado confía en que no ocurra lo mismo el próximo martes, fecha en la que el ex agente volverá a comparecer en el juzgado.
Bayo, según informó su defensor, continuó ayer matizando las declaraciones sumariales prestadas por varios testigos que le implican a él y a su compañero en el secuestro y asesinato de Lasa y Zabala.
Párrafo a párrafo
Según el abogado López Montero, su cliente aclaró "párrafo a párrafo" la versión del ex guardia civil José María Velázquez Soriano, Pedro Luis Miguéliz Dabadie, Txofo, y el testigo protegido 9.999, tres de los seis que han declarado en el sumario. Sin embargo, todavía no se ha referido a las imputaciones hechas contra él por el policía nacional Ángel López Carrillo.
El letrado defensor calificó a Bayo de "un simple guardia civil" que se limitó a custodiar durante 48 horas, junto con Enrique Dorado, a los supuestos etarras Lasa y Zabala, cuyos cadáveres fueron encontrados enterrados en Bussot (Alicante) meses después de ser secuestrados y asesinados a tiros.
El juez Gómez de Liaño no ha recibido aún la documentación solicitada al Ministerio de Defensa para conocer cuál es la situación profesional de Bayo y determinar, en vista de ella, si es factible trasladar al antiguo cabo de Intxaurrondo desde la cárcel de Alcalá-Meco (Madrid) hasta un penal militar, probablemente la cárcel militar de Alcalá de Henares.
López Montero informó también que el juzgado tiene un dictamen de balística según el cual las pistolas de Bayo y Dorado no coinciden con las utilizadas para causar la muerte a tiros a Lasa y Zabala.
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