Argelia se echa a la calle para repudiar al terrorismo

"Abajo el terrorismo", "viva la democracia". Saliendo del mutismo en que estaban inmersos desde el nunca clarificado asesinato de su dirigente Abdelhak Denhamuda, los sindicatos argelinos han movilizado a decenas de miles de simpatizantes en las principales ciudades del país en contra del terrorismo que golpea a la población y que se ha cobrado más de 800 víctimas desde las elecciones legislativas de junio pasado.La central sindical de la Unión General de Trabajadores Argelinos (UGTA) transformó la ritual manifestación del 20 de agosto, que conmemora un hito de la guerra anticolonial, en un acto multitudinario en ciudades como Argel, Orán, Tlemcen y Tizi-Uzu y Constantina, exigiendo el fin de las matanzas y el restablecimiento de la democracia. Aunque en Argel sólo hubo unas 300 personas en la manifestación, la participación fue masiva en el resto del país.

Los manifestantes llevaron banderas y pancartas con diferentes consignas y levantaron sus voces en contra del terrorismo. "Ellos [los grupos armados] quieren destruir el país y aniquilar a toda una nación, pero el pueblo ha mostrado su movilización y su resistencia para hacerles fracasar", gritaba una mujer. También había los que gritaban "Abassi Madani, asesino". Madani, el líder histórico del Frente Islámico de Salvación (FIS), que estuvo encarcelado durante seis años y medio, fue puesto en libertad el pasado mes de julio.

La prensa independiente, por su parte, al tiempo que informaba de 13 nuevas víctimas asesinadas en Hayut, cerca de la capital, y en Msila, en el suroeste del país, pedía unánimemente que se rompa el muro del silencio de las autoridades sobre los actos terroristas, sobre quienes los cometen y quienes los urden.

El presidente Liamín Zerual se hacía eco ayer de ese sentir popular reivindicado por algunos partidos políticos de la oposición, y reconocía que el terrorismo está extendido por todo el país.

El dirigente argelino afirmó por enésima vez que "el Estado pondrá todos los medios a su disposición para erradicar esta gangrena que vive sus últimas horas". Pero esta vez la población argelina no ha permanecido pasiva y ha salido a la calle.