Israel bombardea de nuevo Líbano para vengar los ataques de Hezbolá
El Gobierno israelí cumplió ayer sus amenazas contra la guerrilla islámica de Hezbolá y bombardeó una base de este grupo en el este de Líbano, así como instalaciones civiles y del propio Ejército libanés, apenas tres horas antes de que se reuniera en la frontera israelo-libanesa el Comité de Vigilancia del Alto el Fuego. Los tres ataques de la aviación israelí provocaron cuatro heridos y cuantiosos daños materiales.
(A última hora de ayer, los tanques de la milicia proisraelí Ejército del Sur de Líbano (ESL) tomaron el relevo y dispararon contra otra base de Hezbolá, en Kfar Rumane, al noreste de la ciudad de Nabatiye, justo al norte de la franja ocupada por Israel, informa France Presse). La escalada comenzó el lunes con un atentado que costó la vida a dos hijos de un ex oficial del ESL, que fue respondido por esta milicia con un bombardeo de la ciudad de Sidón en el que murieron ocho civiles. Hezbolá, grupo al que Israel atribuye el primer atentado, contestó anteayer con medio centenar de cohetes Katiusha contra objetivos civiles del norte de Israel y el primer ministro Benjamín Netanyahu aseguró que si no había normalidad en el lado israelí de la frontera tampoco la habría en el libanés.Los cazabombarderos israelíes atacaron, según fuentes del Ejército, un campo de entrenamiento de Hezbolá en el valle de la Bekaa donde se produjeron los únicos cuatro heridos. A continuación lanzaron sus bombas en las proximidades de una base del Ejército libanés y sobre los cables de la línea de alta tensión que abastece la ciudad de Sidón, cuyo suministro eléctrico quedó interrumpido.
Un portavoz militar de Israel, que confirmó los objetivos, aseguró que los ataques deben interpretarse "como una señal al Gobierno de Líbano para que neutralice a Hezbolá". El general retirado y ministro de Infraestructura, Ariel Sharon, había exigido una respuesta contundente al ataque contra Galilea, en el que no hubo víctimas mortales, pero la objeción de los titulares de Defensa, Isaac Mordejai, y de Exteriores, David Levy, llevó a Netanyahu a adoptar una actuación mas moderada.
Por otra parte, el Gobierno israelí se ha mostrado indignado por la reunión convocada ayer en Gaza por el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, con todos los grupos de la oposición, incluidos los radicales Yihad Islámica y Hamás. La conferencia, que continuará hoy en Ramala, trata de integrar a las diferentes facciones palestinas en el proceso de paz, que los radicales rechazan de plano.
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