Siete muertos y 42 heridos en Almería al volcar un autocar por una distracción del chófer

Una excursión a la costa murciana se truncó de forma letal a las 6.20 de ayer en Nijar (Almería) al precipitarse un autocar con 48 pasajeros por un talud dé la autovía del Mediterráneo debido a, una distracción del conductor. Siete personas murieron, y se teme por la vida de dos de los 42 heridos, incluido el chófer, que permanecen en la UCI del hospital almeriense de Torrecárdenas. Es el segundo accidente de autobús en tres días, con un resultado total de 13 muertos: el luneshubo otras seis víctimas al salirse de la calzada un autocar de línea en la autopista de La Coruña, en Guadarrama (Madrid). Desde el 1 de enero, según la DGT, los siniestros en estos vehículos se, han incrementado en un 9,4% respecto al mismo periodo de 1996.

El error humano que pudo originar el accidente, aventurado por responsables de Tráfico desde el primer momento, fue corroborado por el propio chófer del autocar, de la empresa Ramón del Pino, S. L., en su declaración a la Guardia Civil. Juan Fuentes Guillén, de 32 años y que resultó con lesiones leves, admitió haberse distraído al entablar conversación con los pasajeros. Algunos de éstos, como José de la Casa, que perdió a su mujer en el siniestro, recordaron luego que, antes de la salida, les había comentado que se sentía "mal".En principio, sólo un despiste explicaba que, en un tramo recto, circulando a una velocidad permitida de entre 98 y 102 kilómetros por hora, según el tacógrafo, y sin la intervención de otros automóviles, el vehículo se saliera del carril derecho, se desplazase hacia el arcén y chocara con el quitamiedos para terminar cayendo por un desnivel de unos 12 metros de altura y dando una mortífera vuelta de campana.

Aprisionados entre los asientos, algunos ocupantes lograron ser rescatados por compañeros que habían salido despedidos por el impacto hacia el exterior y se apresuraron a romper los cristales de las ventanillas para facilitar la salida a los demás. No obstante, resultó crucial la intervención de los bomberos para evacuar a varias personas, que habían quedado atrapadas, y los cuerpos de las víctimas.

Juan Peláez Cortés, Diego Pérez Carreño, Dolores Nieto Ibáñez, . Elena Manzano Fernández, Dolores González Manzano, Carmen Sarroche Fernández y Purificación Salmerón Martín, todos mayores de 45 años, murieron de forma instantánea apenas una hora después de acomodarse en el autobús que debía trasladarles a La Manga del Mar Menor, en Murcia, para disfrutar de una jornada de ocio por la que habían abonado 1.400 pesetas a la agencia de viajes Panorama, de Mijas (Málaga).

Los excursionistas, vecinos de los barrios de La Fuensanta y Torre Cárdenas y de la localidad de Huércal (Almería), ni siquiera cabeceaban por el madrugón. Excitados ante la perspectiva de cambiar la rutina lejos de sus casas, el grupo, inmerso en el clásico jolgorio vacacional, se había arrancado por palmas en el trayecto desde Almería hasta el kilómetro 485 de la autovía que enlaza la provincia andaluza con Murcia, a la altura del término municipal de Níjar, donde aguardaba la tragedia.

En los segundos que precedieron al accidente, todos coreaban el repertorio tópico. A Enrique Peláez Cortés, de 65 años, no le dio tiempo a retener más. Las despreocupadas cantinelas fueron sustituidas como un relámpago por una caída vertiginosa: "Comencé a gritar que nos asfixiábamos y a golpear el cristal hasta que el chófer lo rompió y logré salir. Yo saqué a cuatro personas".

Enrique y su esposa ocupaban los asientos 31 y 32, contiguos a los de su hermano Juan, una de las víctimas mortales, y su mujer, Teresa Rodríguez Martínez, de 52 años, que se fracturó un codo y una muñeca. En la Unidad de Urgencias, donde permanecía al mediodía, Teresa rompió a sollozar pensando en la suerte que habría corrido su marido y que su familia le había ocultado hasta entonces. De forma instintiva, se refería él en pasado: "Iba sentada con mi Juan, al laíco de la ventana. A él le gustaba el pasillo. Y sentí un porrazo. Me quedé atontada y le vi allí tirado. Y yo no podía cogerlo".

El hospital Torrecárdenas, al que fueron trasladados los heridos por los servicios de emergencias del 061 y una docena de ambulancias, era un hervidero de rostros descompuestos por el dolor a pesar de que diez personas recibieron enseguida el alta y se preveía que también se les diera a otras 13 en el curso del día.

De pronóstico muy grave era el estado de Juan Castillo Rueda, que sufre traumatismo torácico severo y hemoneumotórax. El otro herido de extrema gravedad era Isabel Moreno Palacios, aquejada de una paraplejia originada por daños medulares.

Los cadáveres, levantados por el titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Almería, Francisco Javier Peña, pasadas las 10.30 horas, fueron identificados por sus familias en el colegio público de Nijar, en el que fueron depositados. Hoy recibirán sepultura en Almería y Huércal.

En el lugar del siniestro quedaron esparcidos objetos personales de las víctimas. Zapatos sin compañero, postales de la Virgen del Rocío y una tarjeta de colores chillones que decía: "Cierra los ojos y piensa en algo maravilloso".

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