Asesinado a tiros en la calle el jefe de las privatizaciones de San Petersburgo

Fue como el asesinato de John Kennedy, o como en Chacal, la celebérrima novela de Frederick Forsyth sobre un intento de magnicidio con Charles de Gaulle como objetivo. Sólo que en esta ocasión no hubo un policía toda vía más listo que el criminal que sorprendiera a éste justo cuando estaba a punto de apretar el gatillo. El profesional que ayer se si tuó en la ventana de un piso del número 76 de la Perspectiva Nevski, la principal avenida de San Petersburgo, no falló, y su víctima, el vicegobernador (equivalente a primer teniente de alcalde) de la ciudad, Mijaíl Manevich, resultó herido en el cuello y el pecho. No llegó vivo al hospital.Manevich presidía el comité de privatizaciones de la capital imperial que fundó Pedro el Grande y formaba parte del órgano similar a nivel estatal. Aún más, era amigo personal del primer vicejefe del Gobierno ruso, Anatoli Chubáis, que le conocía desde que ambos eran estudiantes en la universidad.. Ayer mismo tenían previsto verse por la tarde.

Chubáis aseguró que el "traicionero asesinato" de su colaborador "no cambiará la actitud del equipo de reformas", en una referencia clara a que, en su opinión, el contrato que ha costado la vida a Manevich estuvo pagado por algún perjudicado por la forma en que desarrollaba su trabajo. La víctima del atentado fue uno de los redactores de la legislación sobre privatizaciones y del programa de reformas relativo a las viviendas. Era, además, un superviviente del equipo que encabezaba el liberal Anatoli Sobchak hasta su derrota electoral, en junio de 1996, ante Vladímir Yakovlev.

El francotirador utilizó un fusil con mira telescópica que abandonó en su huida. Al menos ocho balas alcanzaron el vehículo, conducido por un chófer, en el que el vicegobernador de San Petersburgo viajaba con su esposa. Ocurrió a las 6.50, hora peninsular española, justo cuando el coche se encontraba en la esquina de la Perspectiva Nevski con la calle Rubinstein. La mujer de Manevich resultó levemente herida por el rebote de una bala. El conductor salió ileso.

Por supuesto, se ha abierto una investigación, pero no hay muchas esperanzas de que conduzca a ninguna parte. Cada año se perpetran en Rusia más de 600 asesinatos por contrato, obra de pistoleros profesionales. Más del 90% de ellos quedan impunes.