Las dos monjas españolas atacadas en Guatemala no fueron violadas
Las dos monjas que fueron secuestradas el pasado 11 de julio en las cercanías de la capital de Guatemala, adonde se dirigían en automóvil desde Nicaragua, no fueron violadas, aseguraron ayer la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores español y la dirección de las Religiosas de la Asunción en Madrid.
Las monjas viajaban junto a otras nueve personas por la carretera que llega de El Salvador. A unos 20 kilómetros de la capital de Guatemala, el vehículo fue asaltado por seis hombres armados que les cerraron el paso y obligaron a las religiosas a ir a un lugar apartado. En el escrito de denuncia presentado en la Embajada española, las religiosas indican que fueron "registradas, robadas y sus personas violadas". Previsiblemente, la interpretación de estas últimas palabras suscitó la controversia.
Asunción Quirós, madre provincial de la orden en España desmintió que las monjas hubieran sufrido una violación física: "Las insultaron, les quitaron absolutamente todo, las vejaron, pero es mentira que las violaran". También aseguró que las hermanas lo habían pasado muy mal y que ahora se sentían "aturdidas" por la publicidad del suceso en los medios de comunicación.
La Iglesia guatemalteca deploró los hechos el pasado martes. "Es lamentable desde todo punto de vista, porque ya no hay seguridad en este país; a cualquiera le puede pasar", manifestó el arzobispo de Guatemala, Próspero Penados.
Las posibilidades de que el caso se resuelva son escasas. Las bandas de delincuentes salpican las carreteras guatemaltecas, y la ruta hacia El Salvador es una de sus favoritas.
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