El presidente de Melilla anuncia el cierre del centro de acogida de argelinos

El centro Lucas Lorenzo de Melilla, donde están acogidos cerca de 100 argelinos, será cerrado al no cumplir, "por las condiciones en que lo han dejado los argelinos", las funciones para las que fue habilitado, según anunció ayer el presidente de la Ciudad Autónoma, Ignacio Velázquez, que ha iniciado los contactos con la Comandancia General de Melilla para reubicar a este colectivo de inmigrantes en la Granja de Caballería, cerca del puesto fronterizo de Farhana.

En el Lucas Lorenzo se produjeron numerosos incidentes entre los propios argelinos, lo que motivó que un grupo abandonase el centro y se instalara en un improvisado campamento de chabolas cerca de la comisaría, de donde fueron desalojados el lunes, después de que la Sociedad Pública V Centenario de Melilla solicitara una "limpieza" para no dar mala imagen a los participantes en las regatas de la Semana Náutica.

La policía aumentó la vigilancia con una patrulla de la unidad de intervención permanente para que no se volviesen a producir incidentes en el centro entre los argelinos, algunos de los cuales pidieron el martes manifestarse para protestar por las condiciones de higiene y salubridad del centro de acogida.

El delegado del Gobierno, Enrique Beamud, calificó de "inadmisible" la petición y afirmó que los argelinos "tendrían que tomar el mismo camino que han emprendido para venir a Melilla y retornar a la inversa, es decir, volver otra vez a Marruecos y desde allí marcharse a Argelia". La situación de este colectivo ha sido denunciada por las ONG, que critican que no se les integre -como se hace con los subsaharianos- en programas de acogida y se les devuelva a su país, lo que, según afirmó ayer Diego López Garrido, "vulnera el convenio de asilo de Ginebra" ya que Argelia es "un país en guerra".