El mal tiempo en los Andes dificulta el traslado del montañero gaditano muerto en el Huascarán
Los temporales que azotan los Andes de Perú dificultan el traslado a la ciudad de Yungay, y posteriormente a Lima y España, del cadáver del montañero español Manuel Caballero, fallecido al caer por una grieta de 50 metros de profundidad del nevado Huascarán, el monte más alto del país, de 6.746 metros, informó ayer un portavoz de la Embajada española. El cuerpo de Caballero, de 32 años, fue rescatado el pasado lunes cerca del Campamento Base Número 1 de la montaña, a unos 5.800 metros de altura. Su acompañante al ser deficiente visual, el guía peruano Santiago Enostroza, continúa desaparecido y es buscado por miembros de la misma brigada de rescate que encontró a Caballero. El cadáver, que se espera sea trasladado hoy, será llevado primero a la ciudad de Yungay, donde las autoridades judiciales decidirán si es necesario hacerle una autopsia, lo cual, en caso de aprobarse, exigirá un día más de permanencia en Perú.Por otro lado, según informa Francisco José Román, la familia del montañero confirmó ayer su intención de que el cuerpo sea trasladado para recibir sepultura en su ciudad natal, El Puerto de Santa María (Cádiz).
Mientras, en el club de alpinismo de Marbella un compañero de Manuel, José García Benítez, explicó ayer que, según la información de la que disponen, el trágico accidente se produjo cuando la lámina de hielo sobre la que escalaban cedió con el peso y se abrió una grieta en cuyo interior quedó el cuerpo del alpinista. La asociación de alpinistas peruanos y la Policía Nacional de aquel país aún no habían localizado ayer al guía que acompañaba a Manuel Caballero. Este joven alpinista, de 32 años, estaba afincado en Marbella desde hacía 12 años, donde desarrollaba su actividad profesional como vendedor de la ONCE, había logrado mejorar su capacidad visual gracias a una intervención quirúrgica. En la actualidad sólo precisaba de gafas o lentillas para desenvolverse con práctica normalidad.
Su expedición a los Andes había partido hace 19 días. A última hora un tercer expedicionario decidió quedar en la falda de la montaña al sufrir una indisposición física que le impidió el ascenso.
Por su parte, el cadáver del alpinista catalán, Joan Colet, de 39 años, que falleció hace once días en el Nanga Parbat, la novena cima del mundo, de 8.126 metros de altura, situada en el Himalaya del Pakistán, no podrá ser recuperado por el riesgo que supone el acceso a la zona de la montaña donde se encuentra el cuerpo sin vida. Colet falleció en el descenso tras haber conseguido hollar la cumbre.
Mientras tanto, la actividad alpina no cesa pese a los trágicos accidentes acaecidos durante este verano. Tres expediciones españoles, dos catalanas y una vizcaína, partirán durante los próximos días hacia el Nepal con el propósito de ascender al Everest, la cima del mundo con sus 8.846 metros de altura, a primeros de septiembre.
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