El finlandés errante
Procedente de Finlandia, del Festival de Savonlinna, ancló en la Costa Brava El holandés errante en una producción que llegará el jueves al Festival de Santander.En este Holandés finlandés la escenograría era absolutamente clásica, de factura discreta aunque bien iluminada, y si ante el gran muro de piedra del patio de armas del castillo de Savonlinna quizá diera el pego, en Peralada quedó suficiente pero apretujada y poco vistosa. La dramaturgia también quedó suficiente, pero algo corta de alcance.
Musicalmente se le hizo justicia a la obra. Para empezar, el coro, tan importante en El holandés errante, impresionó por su calidad, fuerza y capacidad para actuar y moverse en escena. En los tres personajes centrales, el Holandés, Senta y Daland, la producción contó con tres cantantes de primera fila mundial. Esos tres puntales y el coro hicieron grande este Holandés; sin ellos habría naufragado en lo insustancial.
El holandés errante
De Richard Wagner. Intérpretes: Hildegard Behrens, Simon Estes, Matti Salminen, Raimo Siffia, Lassi Virtanen y Taru Valjakka. Coro del Festival de Savonlinna. Orquesta de Cadaqués. Dirección musical, Vello Pähn. Dirección escénica, llkka Bäckman. Producción del Festival de Savonlinna. Auditorio de los jardines del castillo. Peralada, 8 de agosto.
Grandes intérpretes
Matti Salminen estuvo impresionante vocalmente en el papel de Daland; en su voz de bajo no había ni una fisura, ni una debilidad. Hildegard Belirens, con el vibrato ya un poco demasiado estirado, no tuvo, sin embargo, ningún problema con Senta. Su, actuación fue una lección de interpretación; daba a cada frase el énfasis y la intención exactas. Simon Estes se presentó en una forma un poco -sólo un poco- baja. En el intermedio se informó por megafonía de que estaba indispuesto, que seguiría cantando, pero rogaba la comprensión del público.No hizo falta: aun indispuesto, Estes es un Holandés sensacional. Quizá la voz perdía algo de fuerza en el grave, quizá al apianar se perdía algo de control sobre la limpieza y colocación de. la emisión, quizá en el forte reservó un poco y no quiso arriesgarse a romper la voz, pero aun así es quizá el mejor Holandés que se pueda imaginar.
Ese buen Holandés de Savonlinna se completó con el tenor Raimo Sirkïa, que despachó sin ningún problema el ingrato papel de Erik; el tenor Lassi Virtanen, totalmente suficiente en el papel del piloto, y Taru Valjakka en el papel de Maria.
La Orquesta de Cadaqués acusó el exceso de trabajo que supone ser la orquesta estable de dos festivales (Peralada y Cadaqués) que se desarrollan simultáneamente. Vello Pähn se reveló como un director musical experto y capaz. Su propuesta musical no causó sensación pero era sólida y cabal y fue bien aceptada.
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