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Muere en un accidente de avioneta Jean-Claude Lauzon, director de 'Léolo'

La actriz Marie-Soleil Tougas, novia del realizador, también perdió la vida

El director de cine canadiense Jean-Claude Lauzon, conocido internacionalmente por la película Léolo, y su novia, la actriz Marie-Soleil Tougas, murieron al estrellarse la avioneta en la que viajaban, se informó ayer oficialmente. Lauzon y Tougas eran las únicas personas que volaban en la aeronave, que por causas que áun se están investigando, se estrelló este domingo en una zona desierta del norte de la provincia de Quebec (este canadiense), informó la policía. Lauzon no fue muy prolífico, pero la honda poesía de su filme más conocido le ganó el reconocimiento mundial.

"Los dos murieron instantáneamente", afimó el portavoz de la policía autónoma de Quebec, Pierre Robichaud. En el momento del accidente, Marie-Soleil Tougas y Jean-Claude Lauzon, ambos muy populares en el Canadá francohablante, regresaban de una excursión de pesca.Jean-Claude Lauzon era quien pilotaba el aparato, un hidroavión Cessna 180, que era seguido por otra avioneta en la que viajaban los actores Gaston Lepage y Patrice L'Ecuyer, amigos de la pareja siniestrada y que fueron quienes avisaron del accidente a la policía.

Tougas, de 27 años, era la presentadora de un programa en la televisión canadiense y desde niña había actuado en numerosos espacios y series televisivos.

Lauzon había alcanzado la fama con películas como Léolo, o como Un zoo la nuit (La noche, un zoo), con la que en 1988 logró 13 premios Genie, el equivalente canadiense de los oscar estadounidenses.

Muerto a los 43 años, cuando preparaba con lentitud su tercer largometraje, Jean-Claude Lauzon es un curioso personaje, tal como dan cuenta su azarosa y variada vida y sus pocas películas. Descubre el cine a los 17 años gracias a un profesor de sexología que le hace un test, le convence para que vaya a la universidad y le pronostica que será un loco o un genio, informa Augusto Martínez Torres.

Nacido en Montreal (Canadá), el 23 de septiembre de 1953 y perteneciente a una humilde familia, Jean-Claude Lauzon abandona sus estudios para trabajar como agricultor en los campos de tabaco y maíz de Ontorio. Después de ser obrero en diferentes fábricas, encargado de una biblioteca y talador de árboles en 1974 su afición por el submannismo le hace participar en numerosos experimentos de inmersión con cámaras descompresoras hasta que dos años después consigue el título de instructor de submarinismo.

De regreso a Montreal, su ciudad natal, mientras trabaja como taxista, completa sus estudios de diseño y fotografía y llega a licenciarse en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Quebec, al mismo tiempo que comienza a escribir en una revista especializada en caza y pesca. Entre medias de esta dispar actividad Jean-Claude Lauzon descubre el cine con los cortometrajes, realizados en 16 milímetros, El secreto del coronel (1979), donde parodia un anuncio del pollo frito al estilo kentucky, y Super María (1980), con el que gana el gran premio Norman McLaren del Festival de Cine Estudiantil de Canadá.

Después de licenciarse en comunicaciones, su interés por el cine lleva a Jean-Claude Lauzon a ingresar en el American Film Institute de Los Ángeles (EE UU), para perfeccionarse en la dirección de actores. De nuevo en su país rueda Piwi (1981), el último de sus cortometrajes, con el que obtiene el premio del jurado del Festival de Cine de Montreal. Sin embargo, todavía deben pasar cinco años para que debute en el largometraje con Un zoo, una noche (1986), escrito en colaboración con el veterano realizador y productor canadiense Denis Arcand.

Jean-Claude Lauzon es un peculiar director que debe su fama a una única película, Léolo (1992), una producción canadiense que tuvo un especial éxito en España. Tras ganar la Espiga de Oro del festival de Valladolid, se proyectó durante muchos meses en los mejores circuitos de exhibición en versión original subtitulada.

Léolo, su gran obra, es un filme poético y brutal. Narra la vida de un niño en la parte este de Montreal, uno de los más pobres, que vive rodeado de su extraña familia. Un padre obsesionado por la salud intestinal familiar, un hermano que no para de hacer ejercicios físicos, unas hermanas que cada vez pasan más tiempo en un hospital psiquiátrico y un abuelo preocupado por la degradación genética de la familia. Mientras el joven Léolo se dedica a observar a una atractiva vecina italiana.

Lauzon reconoció que se había basado en su propia infancia para contarla peculiar vida de su joven protagonista. "De pequeño era un niño gordo -declaró en el momento del estreno de su película-, mi padre era un obrero y el único libro que había en mi casa servía para calzar la mesa".

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