Un turista francés de 21 años mata a su padre a pedradas en Mallorca

Nicolas Hutinent, un ciudadano francés de 21 años, estudiante de psicología, mató ayer a su padre, Michael, de 62 años, en plena calle, en Mallorca. Le destrozó el cráneo con un pedrusco y abandonó el cadáver en el suelo entre la sangre que manaba de las heridas. El parricidio ocurrió antes de las siete de la mañana, después de una violenta discusión y una pelea a puñetazos entre el hijo y su progenitor. El crimen sucedió en la populosa zona hotelera de Cala Blava, en el extremo oriental de S'Arenal, en la playa de Palma, donde ambos llevaban cuatro días de vacaciones.El motivo de la discusión fue, al parecer, la oposición del padre al comportamiento del hijo. Este había salido con un amigo y cuando volvió el padre le estaba esperando para recriminárselo lo que derivó en altercado.

Dos horas después del asesinato, el presunto criminal fue detenido por la Guardia Civil cerca del hotel Delta. Ambos se alojaban en un hotel cercano, el Maioris. El parricida deambulaba desnudo por los acantilados con los pies descalzos y ensangrentados. Previamente había escondido su ropa. Muy excitado, Nicolas intentó escapar y tuvo que ser reducido e inmovilizado con una camisa de fuerza. Fue trasladado a las celdas especiales del hospital psiquiátrico y quedó en observación.

El conductor de un autobús público que circulaba por la carretera de Llucmajor al Cap Blanc vio que un hombre joven estaba enzarzado en una violenta pelea con otro mayor que él. Poco después, el hijo cogió del suelo una piedra y con ella golpeó en la cabeza al padre. El testigo avisó por la emisora del vehículo al cuartelillo de la Guardia Civil. Al llegar los agentes al lugar del suceso, el parricidio estaba consumado y el homicida había huido.

A última hora de la tarde el acusado salió del psiquiátrico y fue conducido con el juez al lugar de los hechos para reconstruirlos. Ya había reconocido su autoría en el parricidio.