Violencia en Argelia

Argelia sigue en guerra consigo misma. Según la prensa, controlada por el régimen, un centenar de personas han sido asesinadas la semana pasada; cerca de 600, si contamos el mes de julio. ( ... )Es una violencia que se desata independientemente de toda evolución política. Se podría pensar que la reciente liberación de dos dirigentes del antiguo FIS o la muerte de uno de los cabecillas de los misteriosos GIA reducirían la violencia. Se podría creer que el régimen militar, después de pretender legitimarse con las presidenciales de noviembre de 1995 y las legislativas del pasado junio, podría proponer una salida al movimiento islámico. El Ejército mantiene el control de lo esencial del poder, del petróleo y el gas. ( ... ) No está claro que esta violencia pueda reducirse a la explicación política que le damos habitualmente: los episodios de una guerra sin cuartel entre los militares y unos islámicos desesperados. ( ... ) Hay más de dos protagonistas. ( ... ) Los grupos y subgrupos islámicos, los clanes militares del poder, los jefes de las milicias de autodefensa y los jefes locales erigidos en potentados forman una red de bandas armadas que tienen objetivos propios. Tienen cuentas que arreglar, venganzas, vendettas, tráficos que controlar. ( ... )

Es una señal de la degeneración de un régimen militar que, por ser dictatorial, no parece capaz ni de controlar a sus propios clanes ni de poner fin a la brutalidad sin límites de los grupos terroristas. ( ... )

5 de agosto