La oposición balear ataca a Aznar por elogiar a Cañellas

Todos los partidos baleares menos el PP censuraron ayer, moral y políticamente, los primeros elogios públicos que José María Aznar ha dedicado al ex presidente del Gobierno balear, el conservador Gabriel Cañellas, después de que éste fuera absuelto, por prescripción del delito, de cohecho en el caso Sóller.

El socialista Francesc Triay declaró: "Aznar es un admirador de Cañellas y pasa por encima del hecho probado por los jueces de un soborno. [El presidente del Gobierno] practica una doble moral porque fue estricto con Cañellas cuando aún era aspirante a la Moncloa. Entonces lo obligó a dejar la presidencia del PP y la del Gobierno balear, mientras que ahora dejará a Cañellas que siga como diputado".

Los nacionalistas del Partit Socialista de Mallorca (PSM), a través de Pere Sampol, consideran "inaceptable que Aznar califique de buena la gestión de Cañellas, que usó su cargo para beneficiar al PP. En la única concesión investigada se ha detectado una mangarrufa [corruptela] de 50 millones de pesetas.

Sampol subrayó la sorpresa que le produjeron las declaraciones del abogado de Cañellas, Rafael Perera, quien, según el líder nacionalista, habría considerado como algo normal y tradicional el cobro de comisiones por las concesiones. El letrado Joan Buades, defensor del empresario pagador del soborno, Antonio Cuart, habló de la generalización de las comisiones políticas por la concesión de obras públicas en las islas, por parte de todos los licitadores, y resaltó la tradición de hacer regalos a funcionarios.

La diputada de Izquierda Unida Margalida Thomás calificó de "francamente indignantes" las declaraciones laudatorias de Aznar y lamentó que el presidente del Gobierno callase cuando se le interrogó sobre el futuro de Cañellas. Thomás indicó: "Aznar es cómplice de Cañellas porque la sentencia demuestra que fue criminalmente responsable de un delito de soborno. Aznar calla y debe recordar que es el presidente del PP".

Código ético

La presidenta del Consell de Mallorca y de Unió Mallorquina, Maria Antonia Munar, reclamó "que el PP aplique el cógido ético que reivindicaba desde la oposición y tome [en relación a Cañellas] el ejemplo de Felipe González, que sin tener ninguna implicación directa en casos de corrupción se marchó".Los jueces reconocen probado que el PP y Cañellas se beneficiaron del cobro de un cohecho de 50 millones de pesetas, pero otorgan al ex presidente balear el beneficio de la prescripción del delito, ya que al haber transcurrido más de cinco años las responsabilidades penales han quedado canceladas.

El PP, tal como dio a entender Aznar el lunes al eludir las reiteradas preguntas al respecto, no exigirá que Cañellas renuncie al acta de diputado autonómico, ni le apartará como dirigente regional del partido, ni considera necesario que el PP devuelva la dádiva ilegal de 50 millones que cobró del concesionario del túnel de Sóller y que destinó en parte al pago de sus actividades electorales y de organización.