Las largas vacaciones del general MIadic
El ex jefe serbobosnio se pasea por la costa adriática delante de la OTAN
Hasta el momento, el general Ratko MIadic, antiguo jefe militar de los serbios de Bosnia y uno de los principales criminales de guerra perseguidos por el Tribunal Penal Internacional de La Haya, ha tenido un verano muy tranquilo. Pasó una semana en Rgzevici Rjieka, un pintoresco pueblo de la costa adriática montenegrina, repleto de olivos, casas de piedra y automóviles caros, donde disfrutó de sol y baños turcos. Después viajó a Belgrado a la boda de su hijo en un hotel en el que se hospedaba personal de la ONU y para disfrutar de un partido de fútbol rodeado por la crema del partido consorte (Izquierda Unida Yugoslava), el de Mirjana, la poderosa mujer de Slobodan Milosevic.Para acudir a las costas del Adriático desde su base de Han Pijesak, en el centro de la Bosnia controlada por los serbios, el general tuvo que recorrer decenas de kilómetros por carreteras interiores y cruzar fronteras internacionales sin ser detectado por las patrullas de la OTAN. Mladic se mueve siempre con una guardia pretoriana de 10 a 15 guardaespaldas. Ese detalle puede explicar por qué ninguno de los 31.000 soldados de la Alianza Atlántica ha intentado detenerle pese a la voluntad expresada por los dirigentes de la OTAN. Los sucesos de junio en Prijedor, al norte de Bosnia, donde un presunto genocida resultó muerto en la operación de su captura, juegan a su favor.
Por eso, el presidente Bill Clinton ha dado instrucciones a Richard Holbrooke, arquitecto de los acuerdos de Dayton, para que exija esta semana a Milosevic el recorte de las apariciones del general. Para los serbios, MIadic es un héroe de guerra, no como Radovan Karadzic, su antiguo jefe, considerado hoy, un peligroso especulador.
El ministro de Interior de Montenegro, República federada con Serbia, Filip Vujanovic, reconoció la presencia del jefe militar serbobosnio en Rgzevic Rijeka. "Tengo información indirecta de que lleva con él un grupo de policías armados dispuestos a morir por él". Vujanovic describió como "muy arriesgada" cualquier tentativa de detenerle.
El pasado 21 de junio, Ratko MIadic estuvo en Belgrado. Acudió al servicio religioso de la boda de su hijo Darko y después al banquete en el hotel Yugoslavia, un vetusto edificio de la época comunista. Uno de los camareros dice que le vio de buen humor y dando generosas propinas.
La revista serbia Argumentos afirma que la velada estuvo amenizada por Daliborka Stojisic, un cantante pasado de moda. En ese hotel se hospedaban dos observadores militares de la ONU, que nada vieron. Los guardas de MIadic confiscaron las cámaras de fotos a todos los invitados. Después, el general, tan tranquilo como llegó, se fue al estadio a disfrutar con la victoria del Estrella Roja frente a la Voivodina. Un verano redondo. Como en los mejores tiempos.
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