La ampliación del Prado depende de un acuerdo con la Iglesia sobre los Jerónimos

"No hay posibilidad de que el Prado se amplíe sin contar con el claustro de los Jerónimos", declaró ayer el presidente del patronato del museo, José Antonio Fernández Ordóñez, durante la visita de la ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, a las obras de las cubiertas. En la primera fase de los trabajos se ha recuperado en la tercera planta una superficie de mil metros cuadrados en nueve salas que se dedicarán a pintura europea del siglo XVIII y a la muestra temporal de los fondos de dibujos. La ministra confía en llegar a un acuerdo con el arzobispado de Madrid para incluir el entorno de los Jerónimos en una pieza clave del plan museográfico de ampliación a otros edificios.

La visita de la ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, decidida el pasado, viernes, se ha hecho coincidir con las obras de la primera fase de la reforma de las cubiertas -superada ya en dos meses al situarse ahora en la zona de ampliación del edificio- y la apertura al público de cuatro nuevas salas dedicadas a la escultura antigua. Fuentes del ministerio negaron que formara parte de la campaña de algunos ministros afectados por la minicrisis de agosto, que anuncian los comentaristas políticos, donde se prevén cambios que podrían afectar a Exteriores, Cultura, Justicia, Sanidad, Fomento y Medio Ambiente. "No hay movimientos ni en Exteriores".Esperanza Aguirre estuvo rodeada por una veintena de técnicos y otros tantos periodistas, todos con casco blanco, durante su recorrido por la zona norte del edificio Juan de Villanueva (entrada Goya), donde aparece la cubierta de plomo y cristal y las nueve salas recuperadas en la tercera planta, situada entre el techo de las salas y los tejados. De la cubierta han desaparecido los restos de construcciones antiguas, incluidas partes de viviendas y almacenes, y de las instalaciones de aire acondicionado, que ahora junto con el resto de los servicios ocupan un nuevo encamonado practicable.

Los mil metros cuadrados que se han recuperado en esta fase para exposiciones ocupan ocho salas que estarán dedicadas a pintura europea del siglo XVIII (Tiépolo y Mengs, entre otros) y una circular para los fondos de dibujo y obra sobre papel. La ministra, acompañada por el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, recibió información del arquitecto del proyecto, Dionisio Hernández Gil; del director del museo, Fernando Checa; del presidente del patronato, José Antonio Fernández Ordoñez y de, los ingenieros de Entrecanales y Fomento, las empresas constructoras.

Desde la cubierta se pueden ver los edificios que forman parte del plan museográfico, del Prado, a los que se refirió con frecuencia la ministra Aguirre durante su visita. En la parte Este del edificio principal del museo se extiende hasta el parque del Retiro el Casón. del Buen Retiro, actualmente en obras de reforma en cubiertas, nuevas instalaciones y salas; el actual Museo del Ejército, que se trasladará al Alcázar de Toledo para formar un museo de la historia militar de España y recuperar el salón de Reinos con los grandes lienzos de batallas; el edificio Aldeasa, destinado a las oficinas y servicios internos del museo, y las ruinas y tapias del claustro de la iglesia de los Jerónimos.

La superficie alrededor del claustro de los Jerónimos es un punto clave para el plan museográfico, donde está previsto situar en la parte superior el taller de restauraciones y las salas de exposiciones temporales, en la inferior un salón de actos y en la zona intermedia para conexión con el edificio Villanueva, con un vestíbulo tipo Louvre, con zonas públicas de acogida, cafetería y librería.

Si para el presidente del patronato estos espacios son imprescindibles para los proyectos de ampliación, la ministra Aguirre cree que "el arzobispo de Madrid, lo mismo que nosotros, está deseando llegar a un acuerdo sobre la utilización del claustro de los Jerónimos", según declaró a Europa Press. Según otras fuentes, las negociaciones están interrumpidas no se ha retirado un recurso del arzobispado de Madrid ante el Tribunal Supremo por el mismo tema, y ni siquiera se han desbloqueado con el almuerzo del pasado día 23 en Moncloa entre Aznar y monseñor Antonio María Rouco, considerado por éste como "un encuentro del obispo con un matrimonio de fieles católicos". El conflicto se sitúa en las zonas que quiere la parroquia para sus servicios religiosos, que invaden las otras necesidades del museo.