_
_
_
_
_

Santer pide a Bonn que no abra un debate por sus pagos a la UE

Xavier Vidal-Folch

El presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, advirtió al Gobierno alemán contra su intención de plantear polémica sobre su contribución al presupuesto comunitario, porque supondría "entrar en un ámbito muy delicado" y abrir la caja de unos. truenos de consecuencias imprevisibles. Bruselas respondía así a la pretensión del ministro de Hacienda alemán, Theo Waigel, de reducir su aportación a las finanzas de la Unión Europea (UE).Santer sacó la tarjeta amarilla a Waigel en un encuentro con directóres de periódicos españoles cele brado en Bruselas. Waigel había abierto la guerra con unas declaraciones al Bild, el domingo, rei vindicando que "los pagos netos de Alemania a la UE se reduzcan al 0,4% del producto interior bruto [PIB] frente al 0,6% actual".

Santer recordó que las aportaciones al presupuesto común deben calcularse siempre como con tribuciones brutas, sin detraerles los retornos de aquél a las arcas nacionales. Este sistema, con sus claves de reparto concreto entre los Estados miembros, "se acordó en el Consejo Europeo de Edimburgo [en 1992] por unanimidad, con la participación del propio Waigel, quien en aquella época ya era ministro de Finanzas". Replantear ahora el tema sería, sugirió Santer, traicionar los pactos de entonces.

"Lo que corresponde"

La aportación bruta de Bonn es alta. Ronda el 28,5% del presupuesto comunitario, "pero es la que corresponde, al peso económico de Alemania, medido en porcentaje del PIB" comunitario. En ese sentido, el presidente del ejecutivo dijo no apreciar "ninguna distorsión de un país respecto a otro".Santer aseguró que comprende la tendencia de los políticos nacionales a razonar en terminos de contribución neta, en lugar de aportación bruta. Pero haciendo eso "ponen en juego cosas muy importantes". Porque, ¿cómo se calcula el retomo?. "Es muy difícil y pueden y aducirse elementos demasiado subjetivos", alertó.

Asi, por ejemplo, si se reabre la caja de los truenos, los países más pobres podrían aducir argumentos contrarios a los de Bonn. Por ejemplo, que es "probable que, sea Alemania la que más se beneficie de la existencia del mercado interior". Es cierto que los alemanes se benefician menos que los franceses de la gran partida presupuestaria, la correspondiente a la Política Agrícola Común, pero "también Alemania dispone de una cierta ventaja en cuanto a la ampliación a la Europa del Este", pues está en mejores condiciones que nadie para ocupar sus mercados.

En suma, recordó Santer, "resulta inadecuado poner en cuestión las contribuciones" y reabrir así la vieja discusión planteada en 1979 por Margaret Thatcher al grito de I want my money bach, ("que me devuelvan mi dinero").

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_