HB lanza vivas a ETA y pide el agrupamiento de sus presos en una marcha de sólo 20.000 personas

Herri Batasuna (HB), brazo político de la banda terrorista ETA, reunió ayer a unos 20.000 seguidores en San Sebastián en una manifestación a favor de una "salida política" al conflicto en el País Vasco mucho menos concurrida que anteriores convocatorias de esta coalición. La marcha, en la que se coreó "¡Viva ETA' y se insistió en el reagrupamiento de sus presos en cárceles vascas, intentó contrarrestar así las multitudinarias y espontáneas movilizaciones populares contra el terrorismo y en protesta por el asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco. Tras una manifestación sin incidentes, jóvenes violentos y encapuchados lanzaron cócteles mólotov en el centro de San Sebastián y contra el Ayuntamiento de Rentería.

Al acto programado por HB ayer en San Sebastián asistieron unas 20.000 personas, según fuentes de la Guardia Municipal, y 18.000 según el departamento vasco de Interior. La organización se limitó a sostener que fue "la más grande de los últimos años" en la capital guipuzcoana. HB, sin embargo, llegó a reunir en ese escenario hace cuatro años a casi 40.000 simpatizantes. La manifestación contó con un espectacular cordón de seguridad establecido por HB, transcurrió sin incidentes entre Ondarreta y el Bulevar y con constantes gritos a favor de ETA, los presos etarras, la independencia y contra los medios de comunicación y el lazo azul.Una ikurriña [bandera vasca] de grandes dimensiones portada por familiares de presos y dos enormes fotografías del preso Juan Carlos Hernando, que se suicidó en la cárcel de Albacete, y de Ander Barrondo, fallecido el pasado día 17 en México, precedieron la marcha, que estaba encabezada por una pancarta con el lema Euskal Herriari irtenbide politikoa orain (Una salida política para Euskal Herria). Los miembros de la Mesa Nacional de HB abrían la comitiva, que proseguía con fotografías de presos etarras y de simpatizantes llegados de todo el País Vasco.

Dos furgonetas de la Ertzaintza adelantaron varios cientos de metros a la manifestación, que también fue controlada desde un helicóptero. El dispositivo policial, planificado por la consejería de Interior del Gobierno vasco, pasó inadvertido. Tras emplear una hora y cuarto en atravesar el centro de la ciudad, los manifestantes llegaron al Bulevar.

Por la tarde, horas después de la marcha, grupos de jóvenes violentos y encapuchados se dedicaron a lanzar cócteles mólotov contra escaparates de comercios, cabinas, una unidad móvil de televisión y otro automóvil. Uno de esos artefactos impactó sobre las siete de la tarde en la cara de un mujer de 29 años que pasaba por la esquina de la calle Narrika y el Bulevar. Sufrió heridas leves en la cara y fue trasladada por una ambulancia de la DYA al hospital Nuestra Señora de Aránzazu.

Los encapuchados lanzaron también piedras y material incendiario contra furgonetas policiales. Dos agentes resultaron también con heridas leves y fueron atendidos por servicios médicos.

La Ertzaintza, que realizó un gran despliegue por toda la ciudad, utilizó material antidisturbios para disolver a los saboteado es y se apostó en las salidas de las calles de esa zona de la parte vieja de la ciudad para evitar que se reprodujesen más altercados.

Ya por la noche otro grupo de jóvenes radicales, violentos y con la cabeza tapada, atacó con las mismas armas al ayuntamiento de Rentería (Guipúzcoa). Poco antes de las diez de la noche se acercaron hasta el Consistorio y arrojaron en su interior bombas incendiarias a través de una alcantarilla y tras romper la puerta.