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Israel congela por ahora la creación de otro enclave judío en la zona árabe de Jerusalén

La tempestad ha durado en Jerusalén poco menos de dos días. La edificación de un asentamiento judío en un barrio árabe de la ciudad, cuyo anuncio había desencadenado las iras de los palestinos y de la comunidad internacional, ha quedado congelada. La decisión la ha adoptado el propio promotor del proyecto, el millonario, norteamericano Irving Moskowitz, quien asegura sentirse atemorizado por el escándalo político internacional surgido tras el anuncio de la construcción de estas viviendas, destinadas en principio a los seguidores de una secta de judíos ortodoxos.

Moskowitz, que reside en Miami, ha decidido "momentáneamente" renunciar a la construcción de 70 viviendas, que tenía proyectado edificar en el corazón de un barrio árabe de Jerusalén, Ras El Amud, situado al pie del monte de los Olivos, donde viven más de 11.000 musulmanes.El anuncio del proyecto provocó la protesta palestina, de la comunidad internacional y del propio primer ministro, Benjamín Netanyahu.

El constructor, que había obtenido el pasado miércoles por la noche él permiso del Ayuntamiento de Jerusalén para empezar las obras, ha asegurado que, a pesar de haber comprado ya el terreno y de tener los papeles en regla, ha optado por congelar el proyecto, ya que teme la actuación y la presión de "elementos políticos", que podrían hacerle parar la construcción una vez que ésta fuera iniciada.

Moskowitz ha manifestado, sin embargo, su decisión de no abandonar el proyecto, simplemente "esperar a que la controversia política se calme", según anunció ayer la radio militar israelí, pocas horas después de que el primer ministro Netanyahu hablara por teléfono con el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, para tratar de tranquilizarle y asegurar que el asentamiento no se llevaría a término.

El ministro de Defensa israelí, Isaac Mordejai, también había hecho unas declaraciones públicas tranquilizadoras en el mismo sentido, en las que afirmó que el proyecto urbanístico del millonario norteamericano era cuanto menos inoportuno políticamente y que, se había asimismo planeado en un lugar inadecuado. Lo que en términos políticos significa la desautorización del polémico alcalde de Jerusalén, el dirigente de la extrema derecha, Ehud Olmert, responsable último de esa licencia que permite las obras.

Moskowitz, seguidor y financiero de una secta religiosa ortodoxa judía, ha venido financiando en los últimos años la construcción de diferentes asentamientos en las áreas ocupadas por los palestinos. Pero su proyecto más polémico fue la construcción de un túnel en la explanada de la. mezquita de Al Aqsa, muy cerca del Muro de las Lamentaciones, en el casco antiguo de Jerusalén, lo que, provocó en 1996 una revuelta popular en todos los territorios palestinos, pues aseguraban que se profanaba así la piedra santa del templo religioso. La revuelta causó más de 80 muertos.

La decisión de congelar la construcción es en el fondo el resultado de la presión ejercida por la opinión pública internacional, que condenó el proyecto, por cuanto significa una provocación y una traba al proceso de paz. Pero sobre todo era el intento de dar un paso más en la política de hechos consumados, con la que se pretende "judeizar" la ciudad santa de Jerusalén, cuya capitalidad se disputan a la vez el Estado de Israel y la nación palestina.

Reunión en Alejandría

Ayer, coincidiendo con esta situación de distensión, se reunían en la ciudad egipcia de Alejandría, a unos 300 kilómetros al norte de El Cairo, el presidente Hosni Mubarak y el líder palestino Yasir Arafat, con el fin de analizar los medios que posibiliten la salvación del proceso de paz.Las conversaciones se centraron en los resultados de los esfuerzos europeos para reanudar el diálogo, así como los del encuentro que Arafat mantuvo la semana pasada en Bruselas con el ministro de Asuntos Exteriores israelí, David Levy.

Arafat advirtió que el proyecto de levantar otro asentamiento en Jerusalén Este significaba "un nuevo desafío" al proceso de paz. La reunión tuvo como objetivo principal analizar las negociaciones israelo-palestinas, paralizadas hace más de cuatro meses a raíz de la puesta en marcha de un asentamiento judío en Jerusalén Este.

Mubarak y Arafat tratan de poner en marcha una minicumbre regional que se celebrará a finales del próximo mes y en la que ha comprometido su asistencia el rey Hussein de Jordania.

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