El festival de Almagro rescata para el teatro a las escritoras del barroco
Fueron y son ignoradas hasta lo inexplicable, a pesar de que algunas de ellas crearon piezas literarias dignas de tenerse en cuenta. Para paliar en algo este gran olvido, las mujeres del barroco en el teatro español protagonizan la última semana del festival de Almagro con un seminario sobre el tema. A ello se añade el estreno de Las Gracias Mohosas, texto de la hasta ahora desconocida autora andaluza del siglo XVII Feliciana Enríquez de Guzmán, con el que el centro andaluz de teatro- inicia una nueva etapa, dirigido por Emilio Hernández.El estreno de Las Gracias Mohosas se ha hecho coincidir con el seminario dedicado a la presencia de la mujer en el teatro barroco español. Casi un centenar de estudiosos y especialistas participaron en el curso dirigido por Mercedes de los Reyes. Las dos jornadas de debates han abierto nuevas vías de investigación en torno a un campo que todavía no se conoce en profundidad. Sin embargo, todos los expertos coinciden en afirmar que, efectivamente, había una escritura femenina de gran altura en muchas autoras, como Sor Juana Inés de la Cruz, Ana Caro de Mallén, María Fayas o la propia Enríquez de Guzmán.
En las ponencias y coloquios se ha debatido no sólo sobre la mujer como creadora y dramaturga, sino también como profesional de la escena, ya que no hay que olvidar que en España la mujer siempre estuvo sobre las tablas, a diferencia de otros países europeos, aunque no por ello los moralistas dejaban de condenarlas. Según se ha concluido, estas mujeres escritoras utilizaban la comedia humana y de enredo como catársis liberadora ya que, como han señalado los expertos, la mujer se debatía entre ese impulso de querer escribir y lo que era norma de la época.
La elección por Emilio Hernández de Las Gracias Mohosas, no responde a una casualidad, sino a su deseo de empezar un camino con el que potenciar la dramaturgia andaluza: "Para mí ha sido fundamental el hallazgo de esta mujer del siglo XVII, con un texto transgresor que sólo podía haberlo escrito una mujer, porque en él vuelca su rechazo a un mundo prohibido para ella, a la vez que encuentra una válvula de escape en la comedia", señala el director, que considera la obra una joya del barroco y auténtico contrapunto de las restantes joyas oficialistas de la época.
Babelia
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