Un nacionalista con fuertes lazos con las finanzas

Maciá Alavedra, abogado de 63 años, ocupa desde -1989 el Departamento de Economía de la Generalitat, la cartera más importante del Gobierno catalán hasta la creación de la de Presidencia. Anteriormente ocupó durante varios intervalos los departamentos de Gobernación y de Industria; precisamente desde este último dio el salto al de Economía. Es, por tanto, el político que lleva más años, aunque de manera discontinua, en el Gobierno de Jordi Pujol.En su larga carrera política, Alavedra ha sido diputado en el Congreso de Diputados, cargo que ocupó tras la crisis de Banca Catalana, y portavoz de Convergéncia i Unió en el Parlamento de Cataluña. Participó muy de cerca en la elaboración de la Constitución española y fue miembro de la ponencia que redactó el Estatuto de Cataluña. Alavedra es también el político nacionalista que mantiene mejores relaciones con el mundo empresarial.

Durante un largo periodo del desempeño de sus funciones como responsable de las finanzas de la Generalitat, Alavedra ha sido el segundo de a bordo de Pujol. El consejero ha tenido un papel importante en el desarrollo y la profundización del nuevo sistema de financiación autonómica, que supuso primero la cesión del 15% del impuesto sobre la renta y después el 30%, lo que ha significado un gran avance en la corresponsabiliadad fiscal.

Posteriormente, a partir de 1992, y a pesar de que sus relaciones con el presidente estaban ya en una clara fase de enfriamiento, Alavedra se encargó de las negociaciones de los presupuestos del Estado con el PSOE, que tras perder la mayoría absoluta en las elecciones de junio de 1993 necesitaba el apoyo de la coalición nacionalista de CIU para mantenerse en el gobierno.

El principal momento de debilidad política de Alavedra se produjo en 1994, cuando fue encarcelado Javier de la Rosa y se supo que éste había hecho un uso indebido de una parte del aval de 10.000 millones de pesetas que el Parlamento de Cataluña había concedido a Tibigardens, el parque temático que el financiero construía en Tarragona. Desde su cargo en el Departamento de Economía y Finanzas, Alavedra ha sido el puente de Pujol hacia el mundo empresarial, tradicionalmente reacio al nacionalismo.

Alavedra es miembro del consejo nacional de Convergencia Democrática de Catalunya, el partido de Pujol, aunque nunca ha formado parte de ninguna de sus tendencias más definidas, la más próxima al propio presidente de la Generalitat y la que representaba el anterior secretario general del partido, Miquel Roca.